Velocidad máxima
A un
costado de la ruta, el policía ve venir un auto que avanza casi a paso de
hombre.
Se sube
al patrullero y va hacia el infractor.
Cuando se
acerca ve que hay cinco viejitas dentro, con los ojos bien abiertos y pálidas
como fantasmas.
La señora
que va al volante, visiblemente confundida, le dice al oficial:
- Agente,
no lo entiendo. Yo iba conduciendo exactamente a la velocidad permitida.
- Caramba
señora - le dice a la anciana que conducía -, manejar a una velocidad mucho más
baja que el límite también puede ser muy peligroso.
- ¡Pero
oficial, yo iba exactamente a la velocidad permitida: 22 kilómetros por hora!
Tratando
de aguantar la risa, el policía le explica que 22 no es el límite de velocidad,
sino el número de la ruta.
Un poco
avergonzada, la dama sonríe y agradece al policía el haberla sacado de su error.
- Pero
antes de dejarla ir, señora, dígame si están todas bien. Sus compañeras parecen
muy asustadas y no han dicho palabra.
A lo que
la viejita responde:
- No se
preocupe, pronto estarán bien, es que acabamos de salir a la ruta 190.
Èl primero cuenta
todo
Una
pareja llegó a un acuerdo: el que muriera primero volvería a informar a la otra
de la otra vida, pues no sabían si existía la reencarnación. Su mayor temor era
que no existiera nada después de la muerte !!!
Después
de una larga vida juntos, el marido fue el primero en morir, y fiel a su
palabra, hizo el contacto pactado:
"Marion,
Marion ... !!!" -
"¿Eres
tú, Bob?" -
"Sí, he
vuelto, tal como habíamos acordado." -
"Eso es
maravilloso! ¿Y qué se siente...?"
"Bueno,
me levanto por la mañana y lo hago. Tomo el desayuno y luego voy al campo de
golf a retomar las relaciones. Después me baño, pues el sol esta
fuerte, y luego tengo relaciones un par de veces más. Luego tomo el
almuerzo, del que estarías orgullosa, pues solamente como porciones de verduras.
Un rato
más tarde voy otra vez al campo de golf y luego tengo relaciones, más o
menos por el resto de la tarde.
Después
de la cena, vuelvo al campo de golf y lo hago de nuevo hasta altas horas de la
noche. Luego a dormir y al día siguiente se comienza de nuevo "
"¡Oh!!!,
Bob!, ¿¿estás en el Cielo...??????????
"¡No,
Marion, no...! Ahora soy un conejo en Arizona!!!"
Maní con chocolate
En un autobús repleto de ancianos, en un paseo especial para gente de la tercera
edad, una viejita le toca el hombro al chofer y le brinda un buen puñado de
maníes sin cáscara.
El chofer sorprendido le da las gracias y se los come con
agrado. Cinco minutos después, la abuelita repite, el chofer vuelve a
agradecerle el gesto y se come sus maníes.
Cinco minutos mas tarde viene el otro
puñado. Al cabo de unos diez puñados, el chofer ya no puede más y le pregunta:
-
Dígame abuelita, es muy gentil de su parte atiborrarme de maní, ¿pero usted no
cree que, a lo mejor sus cuarenta amigos y amiguitas querrían también un poco?
-
No joven, no tenemos dientes para masticarlos y solo nos chupamos el chocolate
que los recubre.
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