No les ha pasado alguna vez que miran a otra persona de su misma edad y piensan: "¿yo no puedo parecer tan vieja?"

Bueno, lean esta historia.

Mi nombre es Alicia Perricone y estaba sentada en la sala de espera  del
dentista para mi primera consulta con él.

En la pared estaba colgado su diploma, con su nombre completo.

De repente, recordé a un muchacho alto, buen mozo,
pelo negro, que tenía el
mismo nombre, y que estaba en mi clase  del  liceo, como 30 años atrás.

¿Podría ser el mismo chico por el cual yo estaba secretamente enamorada?

Pero después de verlo en el consultorio, rápidamente deseché esos pensamientos.
Era un hombre pelón, canoso, y su cara estaba llena de
arrugas, y lucía muy
viejo como  para haber sido mi compañero de clase.

Después que examinó mis dientes, le pregunté si había asistido al Liceo No 4.

Sí, Sí!!! Sonrió con orgullo.

Le pregunté: ¿cuándo te graduaste?

Me contestó, en 1985. ¿Por qué me lo preguntas?

Y yo le dije: ¡Es que tú estabas en mi clase !

El me miró detenidamente y entonces, ese feo, calvo, arrugado, gordo, barrigón,
canoso, decrépito, infeliz y  el muy hijo de su  madre me preguntó:


¿Qué materia dictaba usted maestra?

Enviado por María. ¡Muchas gracias!


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