Si eres de los tantos que se agarran la cabeza cada vez que su impresora se queda sin tinta, bienvenido al club. La mayor parte de los fabricantes de impresoras ha adoptado el mismo modelo de comercialización que las empresas de máquinas de afeitar y telefonía celular.
Simplemente, ellos te venden la impresora al costo, o incluso por debajo de éste, con el objetivo de cobrarte grandes remarcas por el precio de los cartuchos de tinta y de toner. En muchos casos, los precios públicos ascienden entre siete y diez veces al costo original del producto.
Además, estas empresas de renombre gastan millones intentando convencerte de comprar sólo sus productos. De este modo, critican fuertemente a los cartuchos ofrecidos por empresas con otras políticas. Sin embargo, ¿sabías que estas compañías ahora venden sus propios cartuchos reciclados y que tú continúas pagando el mismo precio minorista por ellos?
Con el advenimiento de la comercialización online, el consumidor tiene más opciones que nunca antes. Existen varias empresas de buena reputación que venden sus cartuchos de tinta y toner con importantes rebajas.
Tal es así, que puedes llegar a ahorrar entre un 50% y un 85% en la compra de estos insumos. Aparte de los ahorros significativos, estos productos tienen garantía y los pedidos suelen ser despachados en el día.
Dicho esto, conoce las formas de hacer más baratas tus impresiones.
1. Compra cartuchos de tinta genéricos. Estos son fabricados por otras empresas y están hechos para satisfacer los requerimientos de tu impresora.
2. Compra cartuchos de tinta recargados. Muchas empresas recogen cartuchos de tinta vacíos, luego los rellenan, y los prueban meticulosamente para asegurarte que la calidad y la cantidad sea la misma que la del producto original.
3. Compra un kit de llenado de tinta. De este modo, recibirás las instrucciones paso a paso, las herramientas y la tinta que necesitas para rellenar tu cartucho en unos pocos minutos. En promedio, puedes rellenar un mismo cartucho unas diez veces.
4. Con el uso, tu cartucho de tinta original quedará extinto. En lugar de comprar el mismo cartucho de marca, compra uno genérico o uno recargado. Luego, cuando éste se haya secado, vuelve a llenarlo con el kit mencionado en el punto anterior.
5. A la hora de imprimir, emplea siempre el modo Borrador, al menos que sepas que estás imprimiendo la versión final del documento.
6. Cuando sea posible, elige la modalidad de impresión en blanco y negro. Aunque el producto final deba ser en color, puedes imprimir los bosquejos en blanco y negro hasta haber chequeado todos los posibles errores. Luego, imprime tus copias finales en color.
7. Compra cartuchos de toner genéricos. Estos son fabricados por terceras marcas y poseen la misma o calidad, o incluso superior, que los cartuchos originales.
8. Compra cartuchos de toner recargados. Muchas empresas recogen cartuchos de toner vacíos, luego limpian cualquier residuo que pudiera haber en su interior y, finalmente, los rellenan. Se realiza un chequeo de calidad sobre el tambor y las otras partes del cartucho, para asegurar el máximo rendimiento al cliente.
9. Compra un kit de relleno de toner. Estos kits incluyen las herramientas y las instrucciones necesarias para rellenar tu cartucho en unos pocos minutos. En promedio, puedes rellenar el mismo cartucho de toner unas tres veces.
10. Cuando tu cartucho de toner no esté produciendo la calidad de impresión que necesitas, ve si puedes cambiar el tambor en lugar del cartucho entero. Esto te ayudará a ahorrar algunas monedas.
11. Si puedes, compra cartuchos de tinta y toner al por mayor. Seguramente, conseguirás grandes descuentos a partir de la cantidad. Además, el proveedor podía llevarte el pedido hasta la puerta de tu casa.
En cualquier caso, recuerda siempre que la compra online es muy conveniente. Además de recibir el mejor servicio y una amplia disponibilidad para todas tus necesidades, estos productos suelen tener garantía.
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