El “móvil
dependiente” no puede estar un segundo separados de sus
teléfonos. Lo lleva al
lavabo, a la ducha, está en clase o en el trabajo con él y lo consulta cada
segundo.
“Aunque parezca mentira, olvidarlo en determinado sitio puede causar
palpitaciones, sudores y trastornos de ansiedad”, sostiene la psicóloga
española Leticia Valdés Moya.
La
publicidad tampoco ayuda ya que muestra en sus anuncios a los teléfonos como
herramientas de autonomía, felicidad y servicio. “Sin embargo, lo que hacen
es servir para todo menos para hacer llamadas.
Sacan fotografías, se conectan a
Internet y tienen chats que según el modelo de cada teléfono serán de uso
gratuito entre usuarios. Todos estos accesorios hacen que la persona se vea cada
vez menos útil si no dispone de un teléfono”, comenta la especialista.
Para
qué sirve actualmente un teléfono móvil:
· Oír
música
·
Conectarse a Internet
· Revisar
las redes sociales
· Enviar
mensajes
· Tomar
fotografías
·
Intercambiar videos e imágenes
· También
para hablar con otra persona, aunque es el servicio que menos se utiliza.
Síntomas del adicto:
·
Consulta su teléfono constantemente aunque esté haciendo otras actividades como
comer, estudiar o hablar con alguien de modo presencial.
·
Nunca se separa de él y si lo hace por un descuido, le produce una angustia
importante. Le genera la misma ansiedad que cualquier otra adicción.
·
Se dejan de lado otras actividades por controlar el teléfono.
·
Si se deja el teléfono por unos momentos u horas, experimentarán el síndrome de
abstinencia psicológica y física. “La persona siente angustia, irritabilidad
y ansiedad que solamente se pueden calmar con el teléfono”, explica Moya.
Los
adolescentes y jóvenes son los protagonistas de este
vicio. “Quienes ostentan
esta obsesión claramente tienen problemas afectivos.
Es muy habitual la imagen
de una familia reunida y el joven que esté manejando a toda velocidad su
teléfono. Se está escribiendo con alguien.
Es de mal gusto y una falta de
respeto importante ya que esto se multiplica al día muchas veces. Se está
aislado y no se le puede decir nada porque el enfado es enorme. Ahora hay que
tener el último móvil, el más tecnológico para poder seguir enganchados a un
vicio absurdo”, opina la profesional.
Riesgos de la adicción al móvil
Más allá
de las informaciones que relacionan el uso desmedido del móvil con enfermedades
graves, las más evidentes y comprobadas son:
·
Aislamiento
·
Problemas de comunicación
·
Conducta compulsiva
·
Fracaso escolar
·
Agresividad
·
Alteraciones anímicas
Recomendaciones:
·
Estar atentos a las facturas recibidas. Si se gasta mucho dinero, algo no está
funcionando debidamente.
·
Evitar usar el móvil para comunicarse con la familia que está en un mismo
ambiente. “Aunque parezca absurdo, es bastante habitual que dos personas que
están en una misma casa se comuniquen por los chats gratuitos que tienen los
teléfonos con acceso a Internet.
La excusa es que es más cómodo, pero en
realidad encierra un grave problema de comunicación”, comenta la psicóloga.
·
Establecer horarios para su uso. Al principio costará, pero como toda
dependencia, exige constancia y fortaleza para poder superarla.
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