El disco rígido, también conocido como disco duro o en inglés Hard Disk Drive (HDD), es uno de los componentes más importantes de nuestra computadora y de su correcto funcionamiento depende que nuestros datos estén seguros.
En su interior se encuentra instalado nuestro sistema operativo (Windows, Linux o el que elijamos), además se ubican los programas que utilizamos y nuestros documentos y archivos de uso frecuente.
Se puede afirmar que el disco rígido es el principal lugar de almacenamiento de información de las computadoras actuales. Este tipo de dispositivo utiliza un sistema mecánico, basado en platillos giratorios, sobre los cuales un cabezal móvil lee la información.
Los platos, mencionados anteriormente, pueden girar a diferentes revoluciones por minuto (RPM), siendo éste, un parámetro para tener en cuenta. Las revoluciones más comunes actualmente son 5.400 RPM, 7.200 RPM y 10.000 RMP, éste último valor utilizado especialmente para equipos de alto rendimiento o servidores.
La capacidad del disco rígido, es un factor directamente relacionado con la cantidad de espacio que posee para almacenar información, ya sean programas, archivos o cualquier tipo de datos. Actualmente se mide en Gigabytes (GB).
El caché, que se mide en Megabytes (MB), es una memoria ubicada dentro del disco rígido, que permite una mayor eficiencia cuanto mayor es su número. Actualmente se pueden ver modelos de entre 2 MB y 16 MB.
En cuanto a la interfaz de conexión, podremos encontrar dispositivos que se adaptan al estándar IDE, compatibles con equipos antiguos y SATA ó SATA II, que son mucho más rápidos y se ajustan a los equipos modernos. También existen discos de conexión SCSI, de uso poco frecuente para el público doméstico.
Dentro de las características especiales que cuentan algunos modelos, se pueden encontrar funcionalidades que protegen al disco rígido de golpes y vibraciones, resguardando de una manera más seguro la información almacenada en el dispositivo.
Otra característica que puede encontrarse actualmente, es la función de ahorro de energía y la posibilidad de apagar el disco cuando la computadora está en reposo.
Otro factor para tener en cuenta a la hora de escoger un disco rígido, es que no levante altas temperaturas al trabajar y que no sea muy ruidoso.
En cuanto a los tipos de disco, además de los internos para equipos de escritorio, también se pueden encontrar modelos especiales para Laptop y discos rígidos externos de conexión USB o FireWire, aptos para conectarse tanto a PC como a Macintosh, por medio del puerto USB o FireWire.
Qué disco rígido elegir
Para equipos hogareños de uso básico, con Windows XP o Vista, como sistema operativo y que utilizan aplicaciones de oficina, navegación por internet, correo electrónico y otras aplicaciones sencillas, podemos optar por un modelo de entre 80 GB y 120 GB.
En este caso se recomiendan los de 120 GB, ya que no presentan gran diferencia de costo con los de 80 GB y brindan un 50% más de espacio de almacenamiento.
En cuanto a la memoria caché se pueden encontrar modelos que utilizan desde 2 MB, pero es recomendable buscar discos de 8 MB. El tipo de conexión dependerá de nuestro equipo.
Puede ser IDE, SATA o SATA II, siendo recomendable ésta última, si nuestro equipo la soporta. Cabe aclarar que muchos discos SATA II, cuentan con la posibilidad de ser configurados como SATA, para funcionar en equipos compatibles con esta tecnología. Por tal motivo los discos SATA II son las más populares en la actualidad.
Si pensamos utilizar aplicaciones más potentes y buscamos mayor capacidad para poder almacenar archivos de imagen, audio y video, deberemos pensar en modelos de entre 160 GB y 250 GB, una velocidad de rotación de 7.200 RPM y un memoria caché de entre 8 MB y 16 MB.
Si hablamos de dispositivos de alta gama, hoy en día existen discos que pueden almacenar 1 Terabyte (TB), es decir 1.000 GB. También pueden encontrarse modelos de 500 GB y 750 GB, capacidades que pueden ser suficientes para los más exigentes.
Pensando en dispositivos de uso constante, es importante evaluar la posibilidad de adquirir un disco que tenga características que permitan un menor consumo de energía, menor temperatura y bajo nivel de ruido.
El disco rígido para equipos portátiles, es más costoso que el que se coloca en equipos de escritorio. Por tal motivo, es recomendable evaluar bien que capacidad necesitamos al momento de adquirir nuestra notebook. De esta manera, evitaremos gastos futuros.
Los discos rígidos externos son más costosos, pero pueden ser útiles para realizar copias de seguridad o para transportar grandes volúmenes de información, ya que superan varias veces la capacidad de un pendrive. Su adquisición debe tener una necesidad que justifique su compra.
Si se opta por un dispositivo de estas características, el modelo que cuenta con interfaz USB 2.0, brinda una alternativa de conectividad presente en la gran mayoría de los equipos modernos.
Para realizar respaldos de varios equipos de una red, se pueden encontrar discos externos que llegan hasta los 2 TB, brindando una importante capacidad, para profesionales que tienen un gran volumen de almacenamiento en equipos y/o servidores.
Vale la pena recordar, a la hora de comprar de un disco rígido, que es un dispositivo muy importante para nuestro equipo, ya que en él se almacenan nuestros datos.
Por tal motivo es sumamente recomendable asegurarnos que el dispositivo sea totalmente nuevo y no reacondicionado o remanufacturado (Refurbished). Es fundamental contar con una garantía que respalde nuestra compra, para estar tranquilos ante cualquier posible falla.
