Cómo optimizar el rendimiento de Windows 7

En esta nota descubriremos los secretos que nos ayudarán a lograr que nuestro sistema operativo funcione de una manera más rápida y eficiente 


El desarrollo de Windows 7 se inició muy poco tiempo después que Windows Vista
llegara al mercado. Además de las mejoras en lo que se refiere a la interfaz y a
la compatibilidad con las nuevas tecnologías, Windows 7 también tenía la tarea
de ajustar temas relacionados con la performance del sistema.


Desde su llegada, ocurrida en el año 2009, Windows 7 ha logrado una muy buena
repercusión y muchos usuarios han comenzado a migrar a este sistema operativo.


En esta nota aprenderemos a sacar el máximo provecho de él, optimizando sus
características para obtener un mejor rendimiento en el
sistema.


El equipo necesario


Para utilizar la versión de 32 bits de Windows 7 es necesario un equipo que
tenga un procesador de 1 GHZ y contar con al menos 1 GB de memoria RAM, claro
está que es recomendable incorporar 2 GB para trabajar con mayor fluidez.


La versión de 64 bits de este sistema operativo requiere un mínimo de 2 GB de
memoria RAM, pero se recomienda trabajar con 4 GB para aprovechar de mejor
manera su robustez.


En cualquiera de los casos, es necesario tener una placa de video compatible con
DirectX9 para poder aprovechar las características de Aero.


También es recomendable contar con un disco SATA II para aprovechar la velocidad
que pueden ofrecer los dispositivos que cuentan con este tipo de conectividad.


Optimización para equipos con bajos recursos de hardware


El primer aspecto a tener en cuenta a la hora de optimizar el rendimiento de
nuestro equipo es que las opciones de Aero, si bien son muy llamativas, consumen
más recursos que las características de la interfaz gráfica básica de Windows.


Por esta razón, si contamos con un equipo que está al límite de los recursos
mínimos necesarios para trabajar con Wndows 7 o si estamos con una laptop que
tiene poca carga de batería disponible, es recomendable desactivar Aero. Esto es
muy importante tenerlo en cuenta en equipos con poca memoria RAM y tarjetas de
video modestas.


Para desactivar las características de Aero, ingresamos en el menú Inicio y
luego en el Panel de Control. Allí vamos a “Apariencia y configuración” y
elegimos “Cambiar tema”.

En la ventana que encontramos a continuación podemos
elegir uno de los que se encuentran en el grupo “Temas básico y de Contraste
alto”. Por ejemplo, podemos seleccionar “Windows 7 Basic”.


Recordemos que si nuestro equipo cuenta con un
hardware de muy buenas
prestaciones y tiene una batería potente con la carga completa, no sería
necesario hacer esta modificación.


Si lo necesitamos, también podremos desactivar otras características visuales
para ganar un mejor rendimiento. Para esto vamos al menú Inicio y en el cuadro
de búsqueda que aparece abajo, escribimos SystemPropertiesPerformance y
luego pulsamos “Enter”.


Una pantalla se abrirá a continuación. En ella deberemos buscar la solapa
“Efectos visuales”. Allí podremos seleccionar una a una las características
visuales que deseemos desactivar o bien escogemos la opción “Ajustar para
obtener el mejor rendimiento”.


Otro aspecto a tener en cuenta, para que el equipo arranque más rápido y, a su
vez, tenga menor cantidad de memoria
ocupada es observar los programas que se
inician al arranque.

En este sentido debemos optar por desactivar aquellos que
no sean necesarios y sólo dejar los que son fundamentales para el sistema, como
por ejemplo los de protección contra virus y los que son imprescindibles para el
funcionamiento de otras aplicaciones y dispositivos.


Los usuarios más avanzados pueden desactivar servicios que se inician con
Windows. Esto se puede hacer ingresando el menú de Inicio, luego al Panel de
Control, dentro de “Herramientas administrativas” accedemos a la opción
“Servicios”.

Es importante resaltar que sólo los usuarios experimentados deben
modificar la configuración de los servicios, ya que si bien permiten mejorar la
performance, también pueden causar problemas si se desactivan servicios
esenciales para el sistema.


Optimización para equipos con procesadores de múltiples núcleos


En los equipos modernos es cada vez más habitual contar con procesadores de
múltiples núcleos. Por lo general, en el mercado actual podremos encontrar
procesadores que vienen equipados con entre dos y ocho núcleos.


Windows 7 ofrece la posibilidad de ajustar la configuración para aprovechar al
máximo esta característica. Para esto vamos al menú Inicio y en el cuadro de
búsqueda (en la parte inferior) escribimos msconfig y presionamos la
tecla “Enter”.


En la pantalla que aparece a continuación, elegimos la solapa “Arranque” y
hacemos clic en el botón “Opciones avanzadas…”. Tildamos la casilla “Número de
procesadores” y debajo elegimos la cantidad indicada para nuestro equipo.


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