Definición y calidad de la imagen
La calidad de la imagen que brinda el televisor será uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta en una compra. Para televisores grandes, de más de 40 pulgadas por ejemplo, los plasmas llevan la delantera porque proporcionan una gran definición.
Los LCD son ideales para la porción del mercado, que necesite dimensiones de pantalla inferior, superando a los plasmas con mejor brillo aunque tienen la mitad del contraste.
En los últimos años, los LCD han mejorada esta característica, llegando a mostrar mejor los tonos cercanos al negro, punto en el cual se destacan los plasmas, dispositivos que ofrecen mayor pureza en los negros.
Por su parte, los televisores CRT pueden presentar la ventaja de mostrar los colores de forma uniforme en toda la pantalla.
Sin embargo, no son la mejor opción para mostrar video de alta definición, ya que no pueden aprovechar al máximo esta característica.
Tamaño y peso
Los televisores LCD resultan los más livianos de todos y junto a los plasmas ocupan muy poco espacio, pudiendo incluso colgarse de una pared aunque para esto se requiere un soporte especial.
Los televisores CRT no tienen forma de competir en este rubro. Cuanto más grande es la pantalla, más volumen requiere la caja trasera y esto produce el aumento del espacio ocupado y el peso.
Tiempo de respuesta
Este aspecto se refiere a cuántas veces en un segundo puede ser dibujada la imagen en la pantalla. Se convierte en un factor importante cuando estamos viendo un programa que tiene mucho movimiento, como puede ser un evento deportivo o una película de acción.
Si el tiempo de respuesta no es apropiado, la imagen puede verse afectada, dejando estelas en los movimientos (efecto fantasma).
La evolución en este campo, hace que este problema sea cada vez menos frecuente, logrando reducir el tiempo de refresco en los nuevos modelos de televisores.
Angulo de visión
Este ítem se refiere a la atenuación de la calidad de la imagen, al mirar hacia la pantalla del televisor, desde un ángulo cerrado. Los CRT pueden visualizarse sin problemas prácticamente desde los 180º.
Los LCD solían tener un menor ángulo de visión, pero hoy por hoy son iguales a los plasmas llegando ambos a ángulos superiores a los 170º.
Vida útil y deterioro
Sabemos, por experiencia, cuánto puede durar un televisor CRT. Aún los más nuevos, pueden perdurar por más de diez años, con algún inconveniente menor durante ese tiempo.
Luego, el uso y otros factores, determinan cuánto tiempo más puede continuar en funcionamiento. Como aspecto a destacar, se puede comentar que existen modelos que continúan funcionando por varias décadas.
Los plasmas tienen una vida útil de entre 20.000 y 30.000 horas. Esto serían 3 años de uso continuo, que si lo traducimos a un uso doméstico de 8 horas diarias, nos duraría unos 10 años aproximadamente.
Los LCD son superiores y tienen una vida útil de entre 50.000 y 60.000 horas de uso continuo. Con un uso promedio de 8 horas al día, podría durar más de 17 años. Pasado ese tiempo se pueden experimentar algunos deterioros en la imagen.
Precio
Tal vez el aspecto crucial y el que más peso tiene a la hora de tomar la decisión final. En la actualidad, los CRT son la opción más económica.
En la siguiente gama se ubican los LCD, siendo los plasmas una opción más costosa. Sin embargo hay que evaluar las necesidades y las dimensiones de la pantalla, ya que este factor puede ser determinante en este ítem.
Ahorro de energía
Los LCD tienen un consumo de energía considerablemente inferior, comparado con los televisores plasmas y los CRT.
En muchos casos se cuenta con características de ahorro de energía y opciones para mantener el dispositivo en tiempo de espera
Otro aspecto a tener en cuenta es si el plasma o el LCD traen sintonizador para poder ver los canales ya sean de aire, cable o algún sistema satelital.
De no ser así, este dispositivo deberá comprarse aparte y representará un gasto extra. Los CRT vienen con sintonizador incluido.