Acciones: ¿cuándo vender?

Si va a invertir en la Bolsa, debe conocer cuál es el mejor momento para desprenderse de sus acciones, para tener mayores ganancias y evitar las pérdidas



Acciones: ¿cuándo vender?


Los inversionistas gastan una gran cantidad de tiempo investigando acciones y
cuándo comprarlas, pero no demasiado tiempo pensando en el momento correcto de
vender.

 


Esta situación se puede presentar en cualquier momento, así que es mejor tener
un marco de conocimiento para decidir cuál es el momento de separarse de sus
acciones.


 


Una pregunta a formularse es si los fondos de la compañía se han deteriorado
desde que usted adquirió las acciones. Aún las empresas que experimentaron
superávit por varios años pueden perder el rumbo.

 


Si alguno de los puntos brillantes que alguna vez lo atrajeron a determinada
empresa comienza a apagarse, puede ser tiempo de modificar su punto de vista
sobre la compañía.


 


Un buen lugar para comenzar a mirar serían las declaraciones financieras. Tal
vez, aquellos gigantes márgenes de ganancias se hayan desplomado por la
irrupción de nuevos competidores en el mercado.

 


O, puede que lo que parecía una inteligente adquisición hace dos años haya
degenerado en una masa de problemas pegajosos. O, en una de esas, el mercado de
acciones puede haber caído a medida que la compañía fallaba con el desarrollo y
comercialización de sus nuevos productos.


 


A la hora de evaluar a una empresa, es necesario saber distinguir entre aquellos
cambios que son tormentas temporales (un lanzamiento retrasado), y aquellos
cambios que tienen incidencia en el futuro de la firma; tal como el crecimiento
de la estructura de costos.

 


Si usted ve que las bases de la empresa declinan y parecen envueltas en cambios
de larga duración, es probable que sea el momento de vender las acciones.


 


Sin embargo, a pesar de todos los estudios que se pueden hacer, la venta de
acciones no es una ciencia. Incluso los profesionales se equivocan a menudo.
Algunos inversionistas de renombre son felices cuando ven que el 70 % de sus
elecciones fueron acertadas.

 


Eso significa que hasta los mejores inversionistas del mundo se equivocan, al
menos, en el 30 % de las oportunidades. Todo lo que importa es tener más
elecciones buenas que malas.


 


Algunas veces, usted puede descubrir nueva información respecto de la firma o el
management después de haber comprado el stock accionario.

 


Tal vez haya descubierto que la empresa usó algunos “artilugios contables” para
ocultar su deuda. O, puede que el nuevo CEO que usted tan bien consideraba, se
vea envuelto en un enfrentamiento cultural con los empleados.


 


En cualquier caso, no vale la pena mantener unas acciones cuando encuentra que
las razones que lo impulsaron a comprar ya no existen. Es mejor cortar las
pérdidas y moverse. Esto es, a menudo, más fácil de decir que de hacer, ya que
la naturaleza humana hace que los errores sean difíciles de reconocer.

 


Con el tiempo, es probable que algunas de sus acciones hayan crecido en valor y
ahora ocupen una gran parte de su portfolio. Si cualquier stock simple ocupa más
del 10 % de su portfolio, debería pensar seriamente en el riesgo que está
tomando.

 


Incluso si cree que las perspectivas de la firma son aún favorables, no sería
mala idea sacar un poco de dinero de la mesa para re
equilibrar
su portfolio y
disminuir el riesgo.


 


En cuanto a las cuentas imponibles, usted sufrirá una gran factura impositiva
sobre las ganancias de las acciones, pero aún así es conveniente podar su
paquete para reducir su exposición al riesgo. tenga en cuenta que sectores
diferentes industrias, y compañías funcionarán mejor bajo condiciones distintas
en distintos tiempos.

 


Así que, aunque la desproporcionada porción dentro de su portfolio marcha bien
ahora, es poco probable que siempre vaya a arrojar buenos resultados.


 


Cabe señalar que, por lo general, el mercado les otorga a las compañías más
crédito del que merecen, reflejándose en el precio de sus acciones que está por
sobre el valor intrínseco de la firma.

 


Si encuentra a alguna de sus inversiones accionarias en esta situación, puede
bien pensar en hacer ganancias mediante la venta de algunas porciones,
especialmente si la empresa no se encuentra en un pozo económico.


 

Las
acciones
de ciertas
empresas,


por otra parte,


necesitan

un


enfoque

diferente. Compañías como


Unilever
,
Coca-Cola
,
etc.

tienden a crear valor todo el tiempo. Como resultado, estas firmas ven
incrementos notables de valor a largo plazo.

 


Sea

renuente


a


vender


pues las acciones de esas empresas

rara vez se venden muy por debajo de su valor


“normal”
,


por lo que


puede que resulte muy complicado


volver a


comprarl
as
una vez que los haya vendido.

 


En


estos casos,

las acciones sólo se venden si están a precios desorbitados, es decir a más del
40% sobre su precio
normal”,
que realmente posibiliten vender, hacer una diferencia, y recomprar cuando su
valor baje.

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