Cuando el mercado y la economía están desafiando su sentido de la orientación,
es muy común fijarse en las tasas de rentabilidad que generaban las acciones en
el pasado reciente.
El problema es que las incógnitas que rodean al
mercado de valores y a la
economía en general hacen que sea difícil encontrar buenas tasas de rentabilidad
para las inversiones.
Cuando la economía está en una situación comprometida, suele apelarse al remedio
de disminuir las tasas de interés.
Las tasas de interés bajas hacen que sea más barato para los consumidores y para
las empresas pedir préstamos para comprar una casa nueva o para inaugurar una
nueva planta de fabricación.
Si bien esto es algo positivo, dificulta la posibilidad de obtener una
rentabilidad decente para sus inversiones.
Las tasas de los bonos, las cuentas
bancarias y otras opciones de ahorro suelen pagar intereses bajos cuando las
tasas de los préstamos también lo son.
Siempre puede conseguirse una mayor rentabilidad potencial en cualquier mercado,
pero usted debe estar dispuesto a
correr más riesgos.
Tomar más riesgos con sus inversiones en una economía incierta es, valga la
redundancia, arriesgado.
Desafortunadamente, siempre existen ciertas personas que están dispuestos a
tentar a los inversionistas con promesas directas o implícitas de alta
rentabilidad a bajo riesgo.
Usted haría bien en evitar la tentación de la alta rentabilidad, ya que lo más
probable es que el vendedor haya subestimado los riesgos existentes.
Sin importar que el mercado de valores esté un buen o mal momento, si la
economía está en auge o en el medio de una crisis, una cosa se mantiene
constante:
No puede conseguirse una alta rentabilidad (una rentabilidad que esté por encima
de la tasa normal del momento) con bajo riesgo.
Cualquier promesa que afirme lo contrario son puros inventos de marketing,
traspasando los límites de la ética y, probablemente, de la ilegalidad.
Préstele atención a su tolerancia al riesgo
Préstele atención a su tolerancia al riesgo o, por el contrario, tendrá que
salir de su zona de confort y podría meterse en problemas.
Si alguna vez ha estado involucrado en cualquier tipo de asesoramiento personal
o profesional, usted probablemente estará familiarizado con la frase "salir de
la zona de confort".
Esta frase hace referencia a cuando alguien se siente tentado a tomar riesgos o
a intentar algo que podría parecer un reto ya sea emocional o profesionalmente
hablando.
Conozca sus límites
Si bien tomar algunos riesgos podría llevar al crecimiento personal o
profesional (como también podría no hacerlo), podría generar resultados
desastrosos en el mercado si usted no sabe dónde están sus límites.
Invertir implica tomar riesgos. Sin embargo, usted sabe que los riesgos se
calculan en relación con el beneficio potencial. Todos los inversores racionales
tienen un límite en su tolerancia al riesgo y conocen ese límite, por lo que
evitan superarlo.
Las cosas malas suceden
Muchas cosas pueden suceder cuando los inversores superan su nivel de tolerancia
al riesgo y todas son malas. ¿Cómo es que los inversores se meten en problemas?
Estas son algunas posibilidades:
• Toman una mala decisión y se niegan a admitir que estaban equivocados, por lo
que la situación sólo se pone peor.
• Invierten más dinero del que pueden permitirse en una inversión que no parece
muy redituable.
• Obtuvieron una acción que alguien los convenció de comprar, incluso sin
comprender muy bien de qué se trataba.
Cualquiera sea la razón, cuando los inversores sobrepasan su tolerancia al
riesgo, comienzan a tomar decisiones que están guiadas por las emociones, y
estas no suelen ser acertadas.
Cómo evitar este problema
Los inversores pueden evitar estos problemas simplemente conociendo su nivel de
tolerancia al riesgo. Este límite es fácil de averiguar.
Todo lo que tiene que hacer es fijarse si siente un nudo en el estómago para
saber si está superando ese límite. Estos son algunos consejos prácticos:
• Nunca invierta en algo que no entiende. No importa si su vecino piensa que es
una inversión segura. Si no lo entiende, déjelo pasar.
• Asegúrese de que el dinero que usted invierta no sea necesario para pagar la
hipoteca. Las inversiones vienen después de haber cubierto las necesidades
básicas.
• Si usted no se siente completamente cómodo con la inversión o no comprende
plenamente los riesgos, siga buscando.
• Si usted realiza una mala inversión y que va a seguir siendo mala, busque
minimizar las pérdidas en lugar de dejar que se convierta en una gran pérdida.
No hay que sentir vergüenza por cometer un error, pero es absurdo dejar que se
convierta en un desastre.
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