En épocas de crisis solemos desesperarnos tanto que hasta
llegamos a pensar que es imposible no endeudarse, y lo naturalizamos tanto, que
aceptamos que “el que nada debe, nada tiene”.
La cuestión es completamente inversa.
Las deudas son nuestro medio de fuga por el cual se nos termina de ir el dinero.
Nuestro principal ingreso es nuestro
salario. Cuando tenemos deudas, solemos pagar todas nuestras deudas con el
excedente del mismo.
Debemos cambiar la postura y la
mentalidad para vivir más tranquilos, y menos endeudados.
Quizás debas esperar más tiempo, pero
piensa esto: en lugar de comprar la TV o PC que tanto quieres y luego endeudarte
y pagarlo en miles de cuotas con un interés altísimo, ahorras unos meses, lo
compras en efectivo y a un precio mucho menor. ¡Y sin endeudarte!
Practica este ejercicio con cada compra
significativa que tengas: lleva la calculadora y haz la cuenta para ver la
diferencia de precio que tendrás entre comprarla en cuotas o cash.