¿Qué variedades existen? ¿Cómo cuidarlos?
Eso es lo que
trataremos de explicarle en esta nota.
Los bonsái
son originarios de China. Los utilizaban como un objeto de culto los monjes
taoístas. Luego fue difundido por todo Asia. Según la tradición, los que poseían
estos árboles pequeños se aseguraban la eternidad. Por eso los monjes los ponían
a lo largo de las escaleras de sus templos.
Existen dos tendencias sobre su cuidado: unos dicen que deben ser cuidados a la
intemperie porque es allí donde crece la naturaleza, pero hay otros que dicen
que son ideales para interior. Pero lo que sí es seguro es que deben permanecer
expuestos al sol, salvo en las altas temperaturas veraniegas.
Respecto al riego hay que asegurarse que el agua llegue a las raíces más finas
que se encuentran en el fondo de la maceta. También se pueden podar en cualquier
estación del año. Salvo la poda de raíces, que es recomendable hacerla a fines
del invierno. Y para esa fecha es recomendable hacer el trasplante utilizando
tierra negra con humus o lombrices.
Para darle
forma existen varias técnicas. Una es el alambrado con alambre de aluminio o
cobre (conviene no regarlo por lo menos 12 horas antes de alambrarlo). Otras
técnicas son el pinzado (para las coníferas) y la defoliación ( que reduce el
tamaño de las hojas).
Variantes
para comenzar
· Pittospurum
tobira: es una especie chica ideal para iniciar su cuidado.
· Ciprés:
sobre piedra.
· Coníferas:
especies chicas.
· Olmo:
otra especie pequeña.