Claves para tener un jardín biológico en tu casa

¿Es posible desarrollar especies de plantas en armonía y generar un espacio verde natural en nuestro hogar? En el cultivo biológico se aplican métodos olvidados o dejados de lado por ser antiguos, pese a su comprobada efectividad


En el proceso no intervienen maquinarias ni
productos químicos. Sólo reciclando
elementos naturales es posible llevar a cabo su ejecución y obtener resultados.
Lo necesario es disponer de un espacio de tierra en nuestra casa.


Armar un Jardín Biológico consiste en utilizar un terreno para el cultivo y
hacer uso de los productos biológicos para destruir los organismos que afectan
en forma negativa al vergel.


La única opción permitida para utilizar productos no naturales, es que el
terreno elegido posea reales carencias; en este caso habrá que acudir a
preparados con fósforo, nitrógeno y potasio.


¿Cómo es el proceso de transformación en jardín biológico?


No desanimarse es la clave. Hay que tomar la firme decisión de renunciar a la
utilización de productos químicos como por ejemplo abonos, aditivos,
fertilizantes, insecticidas y pesticidas.

Las plantas crecerán de una forma más lenta y es
probable que el aspecto no sea del todo bello, pero los resultados se irán
advirtiendo de a poco.


¿Cómo es posible mejorar el suelo?


En este ámbito, el estado de la tierra es el elemento clave para cualquier tipo
de labor en la jardinería.

Hay que conseguir armar un buen tapizado. El trabajo
de cavar y remover la tierra es fundamental.


Esta acción evita que las hierbas malas crezcan y se vea favorecida la
proliferación de la vida animal; es decir los insectos que serán aliados a la
hora de combatir a los intrusos que deseen dañarlo. Las raíces irán nutriéndose
y las plantas irán tornándose fuertes y sanas.


¿De qué modo es posible realizar una fumigación natural?


La respuesta es plantar especies que posean esencias que cumplan el rol de
repeler insectos, como por ejemplo: madreselva, lupino y ortiga para ahuyentar
pulgones.


Las moscas blancas son enemigas de las plantas aromáticas como las caléndulas y
los claveles chinos. Otra alternativa es mezclar cultivos como cebollas, dientes
de ajo y zanahorias para evitar la presencia de las plagas y moscas.


Lo mejor para una plantación biológica es el uso de abono natural o recurrir al
“compost”. Este abono se puede fabricar con elementos de materia orgánica,
restos vegetales, desperdicios domésticos, cáscaras de verduras y animales en
distintos factores de descomposición; además del agua y aire.


El estiércol y las hojas secas que se caen de los árboles también son
utilizados, pero es importante considerar que las hojas de coníferas poseen un
ácido que no es recomendable para la tierra.


Las fumigaciones deben realizarse sobre la tierra misma, y no sobre brotes
tiernos, ya que podría quemarlos.


¿Qué función cumplen los insectos?


Ellos serán una gran insecticida ya que, al no utilizar productos químicos este
terreno es altamente beneficioso para el desarrollo de lombrices, mariquitas y
escarabajos.


La paciencia y la perseverancia resultan claves para adquirir los resultados
deseados. Es preciso contar con muy buena información para poder implementar las
técnicas de la manera correcta y en el término de dos años aproximadamente será
posible advertir los primeros logros.


Aunque sea poco convencional y requiera de un arduo trabajo, es posible tener un
jardín biológico a pesar de estar rodeado de espacios donde se apliquen
pesticidas y fertilizantes químicos. Acentuar el respeto por la naturaleza será
un motivo de gran satisfacción y bienestar.

Yolanda
Río-Pérez, decoradora y especialista en viviendas, ayuda a miles de personas a decorar sus
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