Preparación
Una vez comprados los
panes, si se van a colocar antes de los tres días se deben guardar apilados.
Si se tardará más, distribúyalos sobre un lugar sombreado y riéguelos de ser
necesario.
Una semana antes de la colocación, hay que fertilizar el suelo y rastrillarlo
ligeramente.
Luego hay que marcar la zona a implantar, delimitándola en forma rectilínea con
una soga.
A continuación, trazar un surco poco profundo y llenarlo con arena.
Colocación
Los panes suelen ser de 40×60 cm., lo que equivale a 4 panes por metro cuadrado.
La ubicación dependerá del
tipo de césped. El bermuda, por ejemplo, debe recibir sol pleno, al igual que el
gramillón y el kikuyo (que son las variedades más utilizadas).
Comience la colocación sobre uno de los bordes delimitados. Apisone cada hilera
de panes, presionando suavemente hacia abajo y sin golpear. Para eso se utiliza
un pisón hecho con un par de tablas de madera y un palo (o cualquier cosa
similar que tenga a mano).
A medida que vaya incorporando las hileras, intercale los panes como los
ladrillos de una pared y presiónelos entre sí.
No pise los panes ni el terreno a cubrir. Si es necesario, coloque un tablón y
camine sobre él. La pieza final de cada hilera debe ser completa o media, nunca
debe colocarse una pequeña en el borde.
Terminación
Para que los panes se traben mejor entre sí, prepare un acondicionador
(compuesto por una parte de turba, dos de suelo franco y 4 partes de arena),
distribúyalo a lo largo de las uniones y hágalo penetrar en las mismas
ayudándose con una escoba.
Si desea curvar los bordes, hágalo con una pala de media luna, una vez
finalizada la colocación.
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