Te contamos los secretos para cultivar cactos para el jardín...

Siembra

Para sembrar un cactus debemos tener presente como hemos dicho, que la tierra debe estar compuesta por una tercera parte de turba rubia, otra parte igual de turba negra e igual cantidad de turba de arena de río. Las macetas pequeñas son espectaculares para criarlos.

 

Como primer paso debe rellenar la maceta con la mezcla sugerida anteriormente hasta una altura que no supere los 5 centímetros, y dejarla bien lisa.

Luego debe esparcir una pequeña cantidad de semillas de forma uniforme, hecho esto recomendamos cubrir la superficie con un papel film para que retenga mayor cantidad de humedad. No olvidar realizar el orificio en la base de la maceta para favorecer el drenaje de agua.

El riego


Tener en cuenta que se debe dejar secar la tierra entre uno y otro
. Una vez que hayan crecido las pequeñas plántulas, podrá transplantarlas al jardín donde se las puede abonar cada 10 o 15 días para acelerar el proceso de crecimiento, y así lucirlas como las plantas más coloridas y exóticas.

La mayoría de los cactus empiezan a florecer en primavera, pero si los cactus resultan fáciles de cuidar, conseguir que florezcan año tras año es un poco más difícil.

Ha podido pasar el invierno en un lugar fresco, incluso frío, y no haberse regado desde el otoño, pero ahora necesita un emplazamiento más cálido y con máxima iluminación. Empieza a regar con regularidad, pero antes de regar de nuevo, la tierra debe secarse del todo.

Como han aprendido a retener el agua que necesitan, al igual que los animales y los seres humanos, los cactus pueden desarrollarse en regiones de extrema sequedad donde el agua es un tesoro de valor incalculable, también han conseguido conservarla y evitar su evaporación.

Además, para sobrevivir en regiones desérticas y abrazadas por el sol, economizan sus reservas ralentizando sus funciones vitales.

Pero hay más:  los cactus son capaces de fabricar sustancias casi desconocidas, alcaloides de muy variada fórmula.

Tanto que unos cuantos son poderosos venenos y otros pueden ser extraordinarios medios de curación para enfermedades muy diversas, por eso, a lo largo de miles de años, las diferentes culturas del planeta han ido descubriendo y aprovechando sus numerosas propiedades.

Por ejemplo, algunas especies se usan continuamente para preparar exóticos y beneficiosos platos; otras son recolectadas por los chamanes y curanderos para confeccionar brebajes mágicos de propiedades milagrosas y casi todos se emplean con frecuencia como remedios caseros para diversos tipos de afecciones.

Dentro de estas "plantas con superpoderes", quizá el más conocido sea el cactus Cereus peruvianus, originario de América Central y del Sur, que se comercializa en EE.UU desde 1980.

Este cactus tiene propiedades curativas especiales capaces de corregir alteraciones de los campos electromagnéticos, provocadas por radiaciones producidas por televisores y computadoras.

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