¿Qué les pasa a las plantas en invierno?
Cada vez que llegan los primeros fríos y se acerca el invierno, las plantas
necesitan un descanso. Es la época del año en que acumulan fuerzas, preparándose
para el nuevo ciclo vital que llegará con la primavera.
Esta es la estación del
año en que duermen una especie de sueño reparador.
El crecimiento vegetal de la mayoría de las plantas prácticamente se detiene o
toma un ritmo muy lento. Es importante saber entonces que cualquier esfuerzo que
hagamos en el sentido de hacerlas productivas es nulo.
Entonces, es bueno usar menos cantidad de fertilizante y agua, además de no
tocar mucho la tierra (salvo la azalea y el geranio).
El color amarillento de las plantas en esa época es una señal de que están en
hibernación. En los casos más extremos, como de las de bulbos típicos como los
lirios, las dalias, etc., las plantas pasan por una inactividad subterránea.
Por lo tanto secan sus partes externas totalmente. Entonces los bulbos, deben
ser liberados del exceso de tierra y colocados en bolsas plásticas perforadas
con el propósito de que no se sequen o se deterioren. Después de cuatro meses
deben ser replantados.
Algunas especies como las suculentas, por ejemplo, pueden llegar a sorprender
por la fuerza de voluntad y las ganas de vivir y hasta llegar a no hibernar si
tienen una buena luminosidad y suficiente agua.
A mediados de julio, la mayoría
de las plantas empiezan su despertar y vuelven a su plena vegetación en agosto
para revivir en septiembre.
Dónde debemos poner las plantas en invierno
Durante el invierno salimos menos al balcón, el patio o al
jardín; las plantas
quedan un poco olvidadas.
Para protegerlas no es necesario cambiarlas de lugar,
dado que esto puede ser contraproducente: lo recomendado es dejarlas siempre en
un lugar y que se adapten a la temperatura del mismo. La opción que sí es
adecuada es taparlas con una tela especial.
El viento también puede afectarlas, ya sea secando el terreno o traccionando las
ramas. Para proteger las plantas se pueden preveer setos –en los jardines- o
armar “biombos” con bambú o plástico.
La tierra puede cubrirse con “colchones”
hechos con hojas de árboles, cortezas o paja.
El riego, las plagas y las macetas
En invierno el riego es más espaciado ya que las plantas no reciben el sol ni el
calor del verano. Cuando tenemos altas temperaturas debemos hidratar las plantas
para que éstas no sufran el cambio de temperatura.
En relación a las plagas, hay que tener en cuenta que no vienen porque sea
invierno, sino que aparecen cuando la planta se debilita, por lo que el cuidado
debe intensificarse en épocas de frío.
En invierno se pueden plantar árboles y arbustos a raíz desnuda (hoja caduca).
Son más baratos que comprados en maceta.
Pero la recomendación será no plantar
nada cuando haga mucho frío, caigan heladas, o haya temperaturas por debajo de
0ºC.
En las regiones frías las especies delicadas deben protegerse con plásticos,
telas, hojas de diarios o revistas.
Las macetas de terracota o de barro a la intemperie en invierno se pueden
resquebrajar por el frío. Conviene guardarlas, de ser posible.
También se puede
aprovechar para limpiar a fondo las herramientas de jardín, la cortadora de
césped, tijeras, etc.
Los macizos, arriates y borduras, se recomponen y escardan, eliminando las malas
hierbas, añadiendo después estiércol o compost.
Guardar las cenizas de la chimenea para fertilizar la tierra.
Las podas y las plantas de interior
En cuanto a las podas, es la época del año en que se podan árboles, árboles
frutales y rosales.
No podar las plantas que florecen en primavera porque suprimirías las yemas de
flor.
Los cortes de poda deben ser limpios, sin desgarros, para que se forme el labio
cicatrizante. Si no han quedado perfectos, repasa los bordes con una navaja.
Los trasplantes de árboles y arbustos (arrancar y volver a plantar un ejemplar
en otro sitio) se efectúan durante el invierno, excepto las palmeras, que se
hace en verano.
En cuanto a las Plantas de Interior, es aconsejable acercarlas a una ventana,
así como alejarlas de estufas. Las plantas de interior necesitan más agua si
están en habitaciones con calefacción. Hay plantas que en invierno entran en un
proceso de reposo.
Llévalas a una habitación fresca, sin calefacción. Las plantas tropicales se
encuentran bien con el calor, pero necesitan aire húmedo.
Pulverizar las hojas
para contrarrestar la sequedad del aire que provoca la calefacción. Otra
alternativa para proporcionar humedad es poner la maceta sobre un cuenco con
guijarros mojados.
Regar con agua tibia; a veces la del grifo sale excesivamente
fría.
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