Roca (Ishi)
Las rocas son los huesos del jardín japonés. Si has ubicado apropiadamente las rocas en el jardín, el resto se distribuirá por sí mismo. El Sakuteiki dispone cientos de grupos de piedras específicas, cada una con un significado especial.
No obstante, esto no tiene mucha importancia hoy. Es más importante para nuestros propósitos conocer las piedras básicas y algunas de las reglas generales para distribución de piedras.
Las piedras básicas son la alta vertical, la baja vertical, la arqueada, la reclinada y la horizontal. Son usualmente puestas en triadas, aunque no es una regla inquebrantable.
Dos piedras similares -por ejemplo, dos altas verticales o dos reclinadas-, una un poco más pequeña que la otra, pueden ser puestas juntas como macho y hembra, pero generalmente se las dispone de a tres, cinco y siete.
Por otra parte, será fundamental evitar las Tres Malas Piedras. Éstas son la Piedra Enferma -con la parte de arriba podrida o deformada-, la Piedra Muerta -una piedra que es de obvio uso vertical usada como horizontal, o viceversa-, y la Piedra Indigente -una que no esté relacionada con otras piedras en el jardín-.
Usa sólo una piedra de cada uno de los tipos básicos en cualquier agrupación -el resto que sean piedras más pequeñas e insignificantes conocidas como piedras para botarse-.
Las piedras pueden ser usadas como esculturas, puestas contra un fondo de manera bidimensional, o pueden ser provistas de función como gradas o puentes.
Cuando se las monta en forma escalonada, debe quedar entre una y tres pulgadas sobre el suelo. Sin embargo, deben estar sólidas en su base, como arraigadas al suelo.
Pueden ser puestas en líneas rectas, hacia un lado para el pie derecho y para el izquierdo -conocido como chidori o chorlito, el camino que dejan tras de sí los pájaros-, o pueden agruparse en dos, tres, cuatros o cincos (y de allí cualquier combinación).
El pasaje simboliza el camino por la vida. Incluso, las distintas piedras, específicamente dispuestas en el pasaje pueden tener significado. Una piedra mucho más ancha puesta en el camino nos dice que hay que poner dos pies aquí, obligándonos a parar para dar un vistazo.
Hay muchas otras piedras para lugares específicos, muy numerosas para mencionarlas. Si observamos los principios básicos de diseño podemos capturar el verdadero espíritu del jardín japonés, y el jardín se revelará a nosotros.
Agua (Mizu)
Japón es una nación insular bendecida con abundantes lluvias. Por eso, no es sorprendente que el agua sea parte intrínseca de cada jardín. Incluso en el jardín karesansui, la grava rastrillada representa agua.
Piedras planas de río, dispuestas muy juntas, simbolizan una corriente. En el jardín de té, desprovisto de corrientes o lagunas, el agua juega el papel más importante ya que uno debe realizar el ritual de lavado en la chozubachi, o palangana de agua. Mientras el agua llena y vacía desde el shishi-odoki, el toque del bambú sobre la roca ayuda a marcar el paso del tiempo.
Este es el significado más profundo del agua en el jardín japonés. La vista y sonido de su flujo inexorable están allí para hacernos recordar del incansable paso del tiempo. Un puente cruza el agua frecuentemente.
Al igual que los pasajes, los puentes denotan un viaje. La palabra utilizada para significar puente, hashi, también es la palabra para borde. Los puentes simbolizan el paso de un mundo a otro, un tema recurrente en el arte japonés.
Plantaciones (Shokobutsu)
Mientras que las plantas juegan un papel secundario al de las rocas en el jardín, son una preocupación primaria en el diseño. Mientras las piedras representan permanencia inerte, los árboles, arbustos y perennes ayudan a exhibir el paso de las estaciones.
Los estilos de los jardines más antiguos usaban plantas para evocar connotaciones poéticas o para corregir geomancias inadecuadas, aunque todo esto tiene poco significado hoy en día.
Mientras la influencia Zen obscurecía el estilo Heian, las perennes y gramas se dejaron de usar. La tradición ha limitado el abanico a una corta lista de plantas, pero en el Japón moderno los diseñadores están nuevamente ampliando el espectro de materiales a usar.
Es importante notar que las plantas nativas son usadas en el jardín; es de mal gusto usar plantas presuntuosamente exóticas.
Mientras ciertos árboles y arbustos inmediatamente evocan el jardín japonés -pinos, bambú, arces, cerezos, etcétera-, nos debemos permitir la libertad de usar aquellas plantas que encontramos agradables.
Si nos apoyamos en las perennes verdes como el tema principal en el rubro plantas, y las acentuamos con un material de hoja caduca que provea flores de estación o color con su follaje podemos conseguir la apariencia del jardín japonés.
Adornos (Tenkebutsu)
Cuando una persona occidental piensa en un jardín japonés, lo primero que le viene a la mente es un farol de piedra. No obstante, aunque esto puede ser un detalle escultural maravilloso, no es realmente un elemento indispensable del jardín.
Es muy importante recordar que el ornamento sirve al jardín y no al revés. Faroles, estupas y palanganas deben ser usadas como realces arquitectónicos y cuando sean puntos de interés visual necesarios para el diseño completo.
Habiendo dicho esto, no hay mejor manera de presentar tu jardín en sociedad que con un farol bien puesto. Hay tres estilos básicos -con muchas variantes-. El estilo Kasuga es un farol derecho y muy formal, con base de piedra.
La base es la característica que lo distingue del estilo Oribe, en el que el pedestal se encuentra hundido en la tierra. El estilo final es Yukimi o farol para visualizar nieve, que se pone sobre cañas cortas en lugar de un pedestal.
Ten en cuenta el grado de formalidad de tu jardín. Mientras menos formal sea, menos formales deben ser los faroles o adornos.
Escenario prestado (Shakkei)
No siempre es posible, pero algunos elementos externos pueden, en ocasiones, incluirse en el jardín. Por ejemplo, era considerado de muy buen gusto elaborar una montaña distante en su diseño, enmarcarla con piedras y plantas apropiadamente en el jardín. Hay cuatro tipos de escenarios prestados.
- Lejano – la montaña distancia
- Cercano – un árbol fuera de la verja
- Alto – sobre la verja
- Bajo – visto bajo la cerca o a través de una ventana en la misma
Si bien esto puede contradecir nuestro sentido de encierro, es un recordatorio de la interconexión de todas las cosas.
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