Una de las
tareas a realizar puede ser la división de matas, que se hace para obtener
nuevas plantas a partir de las que ya están en el jardín.
¿Cómo se hace? Se separan las matas con un cuchillo afilado dejando en cada
porción hojas y raíz. Luego plantar y mantener húmeda la tierra los primero
días. Como se obtienen una buena cantidad lo mejor es replantar los canteros y
dejarlos listo para la llegada de la primavera.
Cuando media
el otoño lo ideal es plantar árboles con raíz desnuda y transplantar otros a un
nuevo lugar. El clima suele favorecer a las recién plantadas, ya que el suelo
todavía está caliente y hay un mayor desarrollo en las raíces hasta las primeras
heladas del invierno.
El otoño también es muy bueno para plantar bulbos de floración primaveral como
las fresias, ranúnculos, narcisos, junquillos, marimoñas o peonías.
También durante esta época del año se realizan las podas de limpieza, es decir
eliminar ramas secas, rebrotes de raíz, las flores secas de arbustos y
herbáceas, los frutos que no tengan un interés ornamental, cortar las vivaces
que rebrotarán en primavera.
Además se pueden sacar las plantas de temporada que hayan perdido su valor
decorativo.
Estos residuos vegetales pueden aprovecharse para hacer compost, un abono
orgánico que se utiliza para mejorar la tierra y reutilizar los nutrientes de
las plantas. Esto se obtiene de la descomposición de hojas, césped, ramas finas,
aserrín, etc.
Otro problema es que el césped suele tornarse marrón debido a los intensos
fríos. Esto se puede solucionar con la resiembra, es decir sembrando con Ray-grass
sobre la carpeta de césped y así queda disimulado el aspecto pajizo.
El Ray-grass es un césped de rápido crecimiento que tolera el frío y resiste al
pisoteo y a las enfermedades de la tierra.
Y ya que estamos
hablando de lograr el hogar que siempre soñaste, ¿has pensado en el feng shui?
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