Claro que
puede sucederte. Son muchos los casos de personas a las que les roban sus
chequeras o tarjetas de débito.
Y en
estos casos es importante actuar rápidamente, tan rápido como caigas en cuenta
del hurto, de modo que puedas evitar que los ladrones dilapiden el dinero de tus
cuentas.
A continuación, todo lo que necesitas saber por si alguien roba tu chequera o tu
billetera (con sus preciadas tarjetas):
• En primer lugar, necesitas llamar al banco para
congelar las cuentas.
Generalmente, el congelamiento durará nada más que 24 horas.
Esto impedirá temporalmente que los ladrones usen tus cheques o hagan
transacciones con las tarjetas de débito. Como consecuencia de esta acción,
puede suceder que algunos de los pagos realizados (como por ejemplo tu renta) no
puedan hacerse efectivos.
• En segundo término, deberás recolectar información, como antiguos
extractos, el libro mayor de cheques, o la copia impresa de tus transacciones
recientes y los recibos recientes para llevar contigo al banco. Toda esta
información servirá para ayudar al banco a decidir qué artículos pueden
liberarse.
• A continuación, necesitarás ir al banco para cerrar tu cuenta y abrir
una nueva. Deberás darte algún tiempo extra para hacerlo.
El representante del banco se sentará junto a ti para ayudarte a discriminar qué
artículos pretendes limpiar de tu antigua cuenta. Entre estos seguramente
estarán los mencionados en el punto anterior. Luego, abrirán una nueva cuenta
para ti.
• Posteriormente, deberás completar un reporte policial. Esto sólo serán
necesario si estás seguro de que tu chequera ha sido robada. Si simplemente la
has perdido y estás cerrando la cuenta como medida preventiva, puedes pasarlo
por alto.
• Por último, deberás hacer una lista de cualquier retiro o depósito
automático que involucre esta cuenta.
Necesitarás contactar a cada una de estas personas y hacer los cambios
necesarios, de modo que puedas proporcionarles el nuevo número de cuenta.
Deberías hacer esto tan rápido como puedas dado que muchos lugares demoran al
menos dos semanas para llenar el papelerío.