Un manzano en tu jardín

¿Has pensado en cultivar en tus propias manzanas, en tu patio o jardín?

Siempre es excitante ese momento previo a embarcarte en un nuevo proyecto. Ya sea que hayas sido bendecido con un gran jardín o debas conformarte con una pequeña parcela de 2 x 2, no puedes perder la oportunidad de tener un árbol de manzanas en tu casa.  

Si vives en una de esas hileras de casas adosadas, y tienes un jardín frontal, seguramente querrás allí un árbol, tanto para embellecer la entrada como para dar un poco de sombra. Un manzano común, con un tallo de 1,20m, servirá para cumplir esta su función: sombra en verano y deliciosas manzanas en el otoño. 

En un jardín ligeramente más grande, ya podrás ser más ambiciosa y hacer una división entre el área para estar –echarte a tomar sol, por ejemplo- y el área donde planeas hacer crecer tus vegetales.  

Las manzanas acordonadas son ideales a estos fines. Éstas tienen sus ramas laterales sostenidas por alambres que las mantienen en su lugar, empleando postes verticales o estructuras creadas especialmente a dicho fin. Esta estructura puede ubicarse contra una pared en la que los árboles reciban el completo beneficio de la luz solar.  

No obstante, contra una pared, la helada no podrá escapar con facilidad y si creciera colgando libre, ésta avanzaría sin restricciones. Recuerda que el aire frío se dirige hacia abajo. Por su parte, los cordones de manzanas de una hilera son ideales para macizos.   

Árboles con forma de copa 

¿Has visto alguna vez los árboles con forma de copa en Versailles? Es posible hacer esto moldeando la dirección de las ramas mediante la utilización de postes clavados en la tierra. A medida que las ramas alcanzan la parte superior del poste, comienzan a curvarse hacia adentro y se unen unas a otras. 

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