Las estadísticas dicen que un 20 % de la población mundial lo padece y que con mayor frecuencia son mujeres.
En este trastorno aparece dolor abdominal, alteraciones de la función intestinal con diarrea y constipación alternativamente, nauseas, flatulencias, vómitos. No existen alteraciones de la estructura intestinal.
Los factores que influyen en la motilidad del colon, son entre otros, comidas, medicamentos, emociones, estrés, nerviosismo, ansiedad, depresión.
Con respecto al tratamiento dietética debemos tener en cuenta el momento por el que cursa la enfermedad, para disminuir los síntomas y mejorar la condición general.
Cuando se encuentra en etapa de diarrea, además de los dolores, hay perdida de agua, electrolitos y nutrientes, lo que hace sumamente importante su control, entonces:
· suprimimos los lácteos y carnes, se puede consumir clara de huevo dura para aportar proteínas
· disminuimos los ácidos grasos, solo utilizamos pequeñas cantidades de aceite de maíz
· disminuimos los hidratos de carbono, solo consumimos arroz, harina de maíz, sémola, fideos de sémola, galletitas de agua baja en grasa, pan desecado.
· aumentamos el consumo de caldos de verdura colados, con sal, agua, caldos de frutas, durante todo el día
· consumimos gelatina diet
· frutas y verduras: manzana pelada, cocida o rallada, banana sin hilo y sin el centro bien madura, zanahoria, zapallo, zapallito sin piel y sin semillas.
A medida que el cuadro sede, se agregan lácteos con lactosa modificada como queso blanco magro, fresco, muzzarella, ricota, yogur diet, en pequeñas cantidades, según tolerancia.
Se comienzan a incorporar primero las carnes blancas, pollo, pescado, luego las rojas, vegetales cocidos, papa, batata, frutas cocidas o peladas, luego crudas y peladas y cuando se normaliza totalmente la función intestinal, crudas con cáscara bien lavadas, verduras de hoja, frutas secas, legumbres, cereales integrales, de modo que se incremente lentamente el aporte de fibra hasta llegar a la recomendación de 20 a 30 gs. diarios, para prevenir la constipación.
En caso de estar en etapa de constipación:
· incrementar el consumo de frutas como cítricos, kiwi, ciruelas, no consumir manzana, banana ni membrillo, ya que son astringentes,
· consumir mayor cantidad de salvado de trigo, verduras de hoja, remolacha, legumbres
· aumentar el consumo de fibra a 40 – 50 gs., seleccionándola de acuerdo a los síntomas (dolor, flatulencia), una vez que el cuadro pasa, volver a los 25-30 gs. para evitar la diarrea.
· aportar una pequeña cantidad de ácidos grasos en cada comida, como crema, aceite, queso crema, etc.
· Lácteos: elegir yogur y quesos blancos enteros
· tomar abundante liquido, preferentemente frío, agua, compotas, jugos, gelatinas
RECOMENDACIONES GENERALES
La alimentación, fuera de las etapas mencionadas, debe ser variada, fraccionada (4 a 6 comidas) para evitar que sean muy copiosas, que contenga fibra de ambos tipos (soluble e insoluble) respetando la recomendación; el aporte de calorías adecuado para cada individuo según peso, edad, actividad y situación fisiológica; armónica ( hidratos de carbono 50 a 60 % Proteínas 10 a 20 % y el resto de las calorías aportado por grasas con aumento de las poliinsaturadas), elegir lácteos descremados y carnes magras, evitar las temperaturas extremas (muy frías o muy calientes), utilizar condimentos suaves y aromáticos, disminuir azúcar y sal, tomar agua durante todo el transcurso del día, no así gaseosas, café, bebidas alcohólicas, en lo posible no masticar chicle ni fumar.
En este síndrome es beneficioso la realización de actividad física y ejercicios de relajación para controlar el estrés y sobre todo la consulta con el nutricionista que orientará y evaluará el mejor tratamiento dietética para cada caso en particular.
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