¿Qué significa no tolerar la lactosa?
La intolerancia a la lactosa es un conjunto de síntomas que resultan de la
incapacidad del cuerpo de digerir el azúcar de la leche llamada lactosa. La
lactosa se encuentra comúnmente en las bebidas y alimentos lácteos y es digerida
en los intestinos por la enzima lactasa.
La lactasa descompone a la lactosa de
tal modo que es posible que ésta pueda sea absorbida en el torrente sanguíneo.
Cuando el cuerpo no produce suficiente lactasa, la lactosa no puede ser
digerida, lo cual puede producir la intolerancia a la lactosa. Cada individuo
puede tener diferentes niveles de intolerancia a la lactosa.
Si usted no puede tolerar la lactosa, usted comparte esta enfermedad con muchas
personas. Se estima que el 90 por ciento de los norteamericanos de origen
asiático sufren de intolerancia a la lactosa y el 75 por ciento de todos los
norteamericanos de raza negra (afro- americana) y raza india nativa, así como
los judíos y latinos que viven en los Estados Unidos tienen niveles
insuficientes de la enzima lactasa y por lo tanto pueden sufrir algunos o todos
los síntomas.
¿Cuáles son los síntomas?
Dependiendo de la persona, los síntomas pueden variar, incluyendo calambres,
cansancio, gases, diarrea y náusea. Si usted padece de estos síntomas después de
comer productos lácteos, hable con un médico o una dietista registrada para
obtener una evaluación precisa y establecer un control apropiado.
¿Cómo puedo controlar la intolerancia a la
lactosa?
Puede ser fácil controlar la intolerancia a la lactosa. Puesto que algunas
personas si pueden producir pequeñas cantidades de lactosa, esas personas pueden
consumir pequeñas porciones de productos lácteos u otros alimentos que contengan
lactosa sin sufrir ninguna molestia.
Se necesita una gran cantidad de lactasa
para digerir una gran cantidad de lactosa; por lo tanto, el comer un número
mayor de alimentos que contengan lactosa puede provocar los síntomas de
intolerancia a la lactosa. En tales casos, una dietista registrada puede diseñar
estrategias útiles para controlar la intolerancia a la lactosa.
Considere las siguientes sugerencias:
-
Tome leche en porciones de una taza o menos. -
Pruebe quesos duros que tengan poca lactosa, como el queso Cheddar. -
Tome leche con la comida o con otros alimentos. -
Pruebe yogur con cultivos activos. -
Sustituya productos lácteos regulares con productos de poca lactosa, como
leche descremada, leche con poco contenido graso y leche enriquecida con
calcio, requesón, yogur y helados. -
Tome tabletas de enzima lactasa antes de comer productos lácteos.
-
Añada gotas de enzima lactasa a la leche regular.
¿También contienen lactosa otros alimentos no lácteos?
Algunos alimentos que no son lácteos pueden incluir ingredientes que contengan
lactosa. La lista de ingredientes en la etiqueta de los alimentos le indica si
hay en los alimentos lactosa o ingredientes que contengan lactosa.
Aunque los
productos lácteos son las fuentes más comunes de lactosa, algunos alimentos
procesados o alimentos horneados que no son lácteos contienen pequeñas
cantidades de lactosa.
Las personas que padecen de síntomas de intolerancia a la lactosa deben consumir
pequeñas porciones de alimentos lactosos y deben tratar de encontrar palabras en
la lista de ingredientes como “suero”, “lactosa”, “sólidos de leche descremada”,
“suero de leche”, “leche malteada”, “margarina”, y “crema o nata agria o dulce”.
Algunos panes, cereales secos, galletas, sopas instantáneas, bebidas de desayuno
y chocolate con leche contienen pequeñas cantidades de lactosa. Pregúntele a un
farmacéutico si los medicamentos que usted toma contienen lactosa.
¿Contiene la leche con poca lactosa los mismos nutrientes que la leche regular?
La leche con poca lactosa contiene las mismas cantidades de proteína, vitaminas
A, D y riboflavina y los minerales como el calcio, fósforo y magnesio que
contiene la leche regular. Algunas leches con poca lactosa también están
enriquecidas con calcio.
Revise la etiqueta de Datos Comprobados de Nutrición
para ver las cantidades de nutrientes en la leche. Los productos lácteos son una
fuente significativa de calcio y otros minerales necesarios para tener dientes y
huesos saludables.
Dos a tres porciones del grupo de la leche, yogur y queso
ayudan a suministrar el calcio y otras minerales que usted necesita cada día.
¿Qué alimentos contienen calcio?
Muchos alimentos contienen calcio, como el brócoli, la col rizada, las sardinas
enlatadas con espinas, los panes enriquecidos con calcio y el queso duro de
soya. Lea la etiqueta de Datos Comprobados de Nutrición para ver las cantidades
de calcio en estos alimentos.
Un patrón de alimentación saludable y bien
balanceado incluye alimentos de todos los grupos alimenticios: pan, cereal,
arroz, pasta, frutas, vegetales, carne, aves de corral (pollo, pavo), pescados,
huevos, granos secos, nueces, leche, yogur y queso.
Fuente: American Dietetic Association