La soledad y el mal de Alzheimer
Un estudio norteamericano asegura que la soledad está íntimamente ligada al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Quienes la padecen tienen el doble de posibilidades de sufrirla. Ochocientos pacientes fueron supervisados durante diez años.
“La soledad afecta a aquellos sistemas del cerebro que tratan con la cognición y la memoria, logrando mayor vulnerabilidad en las personas debido al envejecimiento de las conexiones neuronales”, explicó el profesor de neuropsicología del centro médico de la Universidad de Rush, Chicago, William Wilson.
Entre las afirmaciones que clasificaban a una persona como solitario, se destacaban “sentimiento general de vacío” y “me siento abandonado”. “Se debe luchar contra la idea que se tiene de la soledad.
Uno nunca está solo. Si se llega a una etapa de la vida avanzada en compañía de uno mismo hay que plantearse proyectos y llevarlos a cabo. La soledad es una percepción individual y subjetiva y uno tiende a aislarse cuando llega a cierta edad lo cual es un error gravísimo.
Hay que entender que puede existir aislamiento social en un grupo y soledad en una multitud de gente. Lo importante es que la persona tenga un interior completo, sólido y nunca deje de tener ideas y planes que le marcaran un camino.
La comunicación constante con uno mismo es vital para sentirse que uno se tiene a uno mismo y es eso lo que verdaderamente vale para luego poder funcionar con otros”, asegura el sociólogo argentino Juan Ernesto Valencia.
Lo que más ha sorprendido a los investigadores es justamente que los consultados no necesariamente vivían aislados de la sociedad.
“Lo más llamativo del estudio es que lo que produce la enfermedad no es la soledad en sí, sino la percepción que se tenga de ella”, manifestó sorprendida Susan Sorensen, investigadora del informe.
La primera etapa de la tesis consistió en pruebas que incluían cuestionarios para evaluar la soledad, clasificaciones de demencia y Alzheimer, exámenes de razonamiento y capacidades de memoria durante el año de estudio y en los años sucesivos.
La soledad fue medida en una escala de uno a cinco. Las puntuaciones más elevadas indicaban mayor soledad. Los resultados confirmaron que el riesgo de desarrollar Alzheimer se incrementaba en un 51 por ciento por cada punto en la tabla de soledad.
Una persona con una alta puntuación en la escala de soledad, tenía un riesgo de 2,1 veces de desarrollar el mal si se comparaba con un sujeto de bajo puntaje.
En la segunda parte se realizaron autopsias de noventa encuestados que murieron durante el proceso para determinar si se hallaban rasgos físicos asociados al Alzheimer como depósitos de proteínas alrededor de las células nerviosas.
El impacto físico y emocional estaba presente en quienes tenían elevado puntaje y la enfermedad.
Conocerse y encontrarse a uno mismo parece ser la clave para burlar enfermedades que se relacionan con estar solos.
Claves para prevenir el Alzheimer
– Conocerse a uno mismo y enfrentar el miedo que puede provocar el estar sin compañía ya que eso no tiene por qué implicar sentirse solo.
– Tener una avanzada edad no significa tener que aislarse. Hay que continuar con proyectos e ideas que mantengan la actividad mental.
– La realización de alguna práctica física mejora no sólo la salud física, sino la anímica y la social.
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