Lácteos, un arma de las personas con sobrepeso para prevenir la diabetes

Un estudio llevado a cabo en los Estados Unidos, sugirió que el consumo de lácteos ayuda a los obesos a bajar el riesgo de padecer el síndrome de resistencia a la insulina, el cual aumenta considerablemente las posibilidades de contraer diabetes. Aquí, los pormenores

Según un estudio
realizado en los Estados Unidos en personas que padecen el síndrome de
resistencia a la insulina, -y por ende tienen mayor propensión a sufrir
diabetes-, sugirió que aquellas personas con exceso de peso, pero que consuman
una gran cantidad de productos lácteos, tienen menos riesgo de desarrollar la
diabetes y, posiblemente, también de padecer enfermedades coronarias.

 Sucede que un factor
importante para que surja este síndrome de resistencia a la insulina, conocido
también como síndrome X o síndrome metabólico, es la misma obesidad, puesto que
la misma altera la capacidad del organismo humano para aprovechar la insulina.

 Y como aquellas personas
que experimentan el síndrome de resistencia a la insulina deben producir un alto
nivel de insulina, con el objetivo de controlar el azúcar en la sangre, las
mismas corren un mayor riesgo de desarrollar una diabetes de tipo 2, ya que el
síndrome exige en demasía al páncreas.

 Sin embargo, según el
estudio, aquellas personas con sobrepeso que consuman lácteos por cinco o más
veces al día, (tomado en relación con aquellos que los consumen sólo una vez en
el día, en cantidades normales), pueden lograr disminuir en más de un 70 por
ciento las probabilidades de padecer síndrome de resistencia a la insulina.

 De hecho, el consumo de
productos lácteos es también fundamental para mantener un peso saludable, ya que
se cree que la falta de su ingesta, -que de hecho ha venido aumentando durante
los últimos años, ya que estos alimentos han sido reemplazados por golosinas y
gaseosas-, propiciaría el sobrepeso.

En los Estados Unidos,
por ejemplo, el síndrome de resistencia a la insulina afecta a una de cada
cuatro personas, y durante las últimas décadas, también ha venido aumentando en
las poblaciones más jóvenes, lo cual los expertos adjudican al aumento de
consumo de gaseosas en lugar de leche.

 La modalidad que los
investigadores tuvieron para considerar que un paciente sufría de resistencia a
la insulina, fue analizar dos de cuatro factores de riesgo, los cuales se
componen de una regulación anormal de glucosa, la misma obesidad, una alta
presión sanguínea o la dislipidemia, que significa elevados niveles de
triglicéridos, junto con bajos niveles de HDL, es decir el colesterol “bueno”.

Esto fue así por que, en
efecto, quienes padecen este tipo de síndrome generalmente tienen elevados
niveles de triglicéridos y bajos niveles de colesterol HDL, junto con una alta
presión sanguínea.

 Pero, de hecho, los
expertos hallaron una relación entre el menor consumo de lácteos y el aumento de
estos factores, que como vimos se relacionan con el síndrome de resistencia a la
insulina.

 Aún no se tiene cabal
conocimiento de todas las razones específicas por la que estos lácteos previenen
el síndrome, aunque se cree que muchos de los macronutrientes que se encuentran
en los lácteos, como por ejemplo el calcio y las proteínas, afectan el
metabolismo del azúcar en la sangre.

 Además, estas mezcla de
macronutrientes que se encuentra en los lácteos, entre los que también se
cuentan los hidratos de carbono, y grasas, llenan más que aquellos alimentos con
elevado valor calórico y bajo nivel nutritivo, por lo que existen menores
posibilidades que se desarrolle la obesidad.