Los cambios en los senos y el riesgo de desarrollar cáncer

Durante el transcurso de su vida, una mujer puede experimentar una amplia variedad de cambios en el seno. Éstos son cambios normales que ocurren durante el ciclo menstrual, así como varios tipos de bultos benignos.

Lo
que tienen en común estas condiciones es que no son
cancerosas. Incluso, entre
los bultos de seno que requieren una biopsia, un 80 por ciento resultan
ser benignos.

Cada
seno tiene de 15 a 20 secciones, llamadas lóbulos, y cada lóbulo tiene lobulillos
más pequeños. Los lobulillos terminan en docenas de bulbos diminutos
que pueden producir leche. Los lóbulos, lobulillos y bulbos están conectados
por tubos delgados llamados conductos.

Estos conductos llegan al pezón
que está centrado en el área oscura de la piel llamada la areola. Los
espacios entre los lobulillos y los conductos están llenos de grasa. No hay músculos
en el seno; los músculos están debajo de cada seno y cubren las costillas.

Estos
rasgos normales a veces pueden hacer que los senos se sientan como que tienen
bultos sobre todo en las mujeres delgadas o que tienen senos pequeños.

Además,
desde el momento en que una niña empieza a menstruar, sus senos sufren cambios
regulares cada mes. Muchos médicos creen que la mayoría de los senos
desarrollan algunos cambios permanentes que empiezan cuando la mujer se acerca a
los 30 años de edad.

En algún momento, cerca de la mitad de las mujeres
experimentarán síntomas tales como masas o bultos, dolor o secreción del
pezón. Generalmente estos síntomas desaparecen con la menopausia.

Algunos
estudios muestran que la probabilidad de desarrollar cambios benignos del
seno es mayor en una mujer que nunca ha tenido hijos, que tiene ciclos
menstruales irregulares o que tiene una historia de cáncer de seno en su
familia.

Las condiciones benignas de seno son menos comunes entre las mujeres
que toman píldoras anticonceptivas o que tienen sobrepeso. Debido a que
generalmente estos cambios afectan los tejidos glandulares del seno, las
condiciones benignas del seno son un problema mayor para las mujeres en edad fértil
que tienen senos más glandulares.

Tipos
de cambios benignos del seno

Los
cambios benignos del seno
se clasifican en varias categorías. Éstos son
cambios generalizados, masas solitarias, descarga del pezón, infección
e inflamación.

Cambios
generalizados del seno

Los
abultamientos generalizados del seno se conocen por varios nombres, tales
como cambios por enfermedad fibroquística y enfermedad benigna de seno.
Este abultamiento que a veces se describe como "en cordones" o
"granular", puede a menudo palparse en el área alrededor del pezón y
la areola y en la parte superior externa del seno.

Tales abultamientos pueden
ser más obvios a medida que la mujer se acerca a la edad madura y el tejido
glandular productor de leche en sus senos se convierte cada vez más en tejido
suave y grasoso. A menos que ella esté tomando hormonas de reemplazo, este tipo
de abultamiento generalmente desaparece definitivamente después de la menopausia.

El
ciclo menstrual
también trae cambios cíclicos al seno. Muchas mujeres
experimentan inflamación, sensibilidad y dolor antes y, a veces, durante sus
períodos menstruales.

Al mismo tiempo, se pueden presentar uno o más bultos o
masas, o la sensación de más abultamiento debido al líquido adicional que se
acumula en el tejido del seno. Estos abultamientos normalmente desaparecen al
final de la menstruación.

Durante
el embarazo, las glándulas productoras de leche se hinchan y los senos pueden
sentirse más abultados que de costumbre. Aunque muy rara vez, se ha
diagnosticado cáncer de seno durante el embarazo. Si usted tiene alguna
inquietud acerca de cómo se sienten o ven sus senos, consulte a su médico.

Bultos
solitarios

Las
condiciones benignas de los senos también incluyen varios tipos de bultos
solitarios distintos. Estos bultos, que pueden aparecer en cualquier momento,
pueden ser grandes o pequeños, suaves o gomosos, sólidos o llenos de líquido.

Los
quistes son bolsas llenas de líquido. Se presentan con más frecuencia
entre las mujeres de 35 a 50 años de edad y a menudo se agrandan y se vuelven
sensibles y dolorosos justamente antes del período menstrual. Los quistes se
encuentran normalmente en ambos senos.

Algunos son tan pequeños que no se
pueden palpar; rara vez los quistes pueden tener varias pulgadas de largo. Los
quistes normalmente son tratados por observación o por aspiración con aguja
fina y pueden verse claramente en las ecografías.

Los
fibroadenomas son tumores benignos sólidos y redondos que se componen de
tejido estructural (fibroso) y de tejido glandular (adenoma).

Normalmente estos
bultos no causan dolor y la mujer los descubre ella misma. Los fibroadenomas se
sienten gomosos y se pueden mover fácilmente; son el tipo más común de
tumores entre las mujeres que tienen alrededor de veinte años y ocurren el
doble de veces entre las mujeres afroamericanas que entre las otras mujeres de
los Estados Unidos.

Los
fibroadenomas tienen una apariencia típicamente benigna en las mamografías
(masas lisas, redondas, con un borde claramente definido) y se pueden a veces
diagnosticar con aspiración de aguja fina. Aunque los fibroadenomas no se
convierten en malignos, con el embarazo y con la alimentación de pecho
se pueden agrandar. La mayoría de los cirujanos piensan que es bueno extraer
los fibroadenomas para asegurarse de que son benignos.

Necrosis
grasa
es el nombre dado a bultos redondos y firmes que no duelen, formados por tejidos
grasos dañados y desintegrados.

Esta condición ocurre típicamente entre
mujeres obesas con senos muy grandes. Generalmente se desarrolla a causa de una
magulladura o golpe en el seno, aunque la mujer no pueda recordar la lesión
específica. A veces la piel alrededor de los abultamientos se ve roja o
magullada. La necrosis grasa puede fácilmente confundirse con cáncer, por lo
que tales bultos son extraídos por medio de una biopsia quirúrgica.

Adenosis
esclerosante
es una condición benigna que implica el crecimiento excesivo de tejidos en los
lobulillos del seno. Con frecuencia causa dolor. Normalmente los cambios son
microscópicos, pero la adenosis puede producir abultamientos y puede aparecer
en la mamografía como calcificaciones.

Al menos que se haga una biopsia, la
adenosis puede ser difícil de distinguir del cáncer. El tratamiento usual es
la biopsia quirúrgica que proporciona el diagnóstico y el tratamiento a la
vez.

Secreción
del pezón

Algunas
condiciones benignas de los senos producen secreción del pezón. Puesto que el
seno es una glándula, las secreciones del pezón no son raras ni necesariamente
una señal de enfermedad en una mujer madura.

Por ejemplo, entre las mujeres que
toman píldoras anticonceptivas u otros medicamentos, incluso los sedativos y
tranquilizantes, cantidades pequeñas de secreción ocurren normalmente. Si la
secreción es causada por una enfermedad, es más probable que la enfermedad sea
benigna y no cancerosa.

Las
secreciones del pezón tienen una variedad de colores y texturas. Una secreción
lechosa puede deberse a muchas causas, como a problemas de la tiroides,
pastillas anticonceptivas u otros medicamentos. Las mujeres con abultamientos
generalizados del seno pueden tener una secreción pegajosa de color café o
verde.

El
médico tomará una muestra de la secreción y la enviará a un laboratorio para
ser analizada. Las secreciones pegajosas benignas son tratadas principalmente
manteniendo el pezón limpio. La secreción causada por una infección puede
requerir antibióticos.

Una
de las causas más comunes de una secreción sangrienta o pegajosa es un papiloma
intraductal o crecimiento de una pequeña formación, parecida a una
verruga, que se proyecta en los conductos del seno cerca del pezón.

Cualquier
golpe ligero o magulladura en el área del pezón puede causar que el papiloma
sangre. Los papilomas intraductales aislados (solitarios) afectan normalmente a
las mujeres que se acercan a la menopausia.

Si la secreción se vuelve molesta,
el conducto afectado puede extraerse quirúrgicamente sin afectar la apariencia
del seno. Los papilomas intraductales múltiples, por el contrario, son más
comunes entre las mujeres más jóvenes.

Ocurren a menudo en ambos senos y es más
probable que estén relacionados con un abultamiento que con una secreción del
pezón. Los papilomas intraductales múltiples o cualquier papiloma relacionado
con un abultamiento, se deben extraer.

Infección
e inflamación

La
infección y la inflamación, como la mastitis y la ectasia del
conducto mamario, son características de algunas condiciones benignas del
seno.

La
mastitis (a veces llamada "mastitis del posparto") es una infección
que a menudo ocurre entre las mujeres que amamantan. Cuando se bloquea un
conducto, esto ocasiona que la leche se acumule, causando inflamación y
exposición a la infección por bacteria. El seno luce rojo y se siente
caliente, sensible y grumoso.

En
su etapa temprana, la mastitis puede curarse con antibióticos. Si se forma un absceso
que contenga pus, será necesario drenarlo o extraerlo quirúrgicamente.

La
ectasia del conducto mamario es una enfermedad de las mujeres que se acercan a
la menopausia. Los conductos debajo del pezón se inflaman y pueden obstruirse.
La ectasia del conducto mamario puede volverse dolorosa y producir una secreción
espesa y pegajosa de un color entre gris y verde. El tratamiento consiste en
compresas tibias, antibióticos y, si es necesario, cirugía para extraer el
conducto.

Las
condiciones benignas del seno y el riesgo de desarrollar cáncer de mama

La
mayoría de los cambios benignos del seno no aumentan el riesgo de una
mujer de desarrollar cáncer. Estudios recientes muestran que sólo ciertos
tipos muy específicos de cambios microscópicos ponen a una mujer en un riesgo
mayor. Estos cambios se caracterizan por un crecimiento excesivo de células o hiperplasia.

Aproximadamente
el 70 por ciento de las mujeres a quienes se les hace una biopsia que muestra
una condición benigna no tienen evidencia de hiperplasia. Estas mujeres no
tienen un riesgo mayor de desarrollar cáncer de seno.

Aproximadamente
el 25 por ciento de las biopsias benignas de seno muestran señas de
hiperplasia, esto incluye condiciones como el papiloma intraductal y la adenosis
esclerosante. La hiperplasia aumenta ligeramente el riesgo de desarrollar cáncer
de seno.

El
5 por ciento restante de las biopsias benignas de seno revelan un crecimiento
excesivo de células (hiperplasia) y células anormales (atipia). Un diagnóstico
de hiperplasia atípica, como se le llama, aumenta moderadamente el riesgo de
desarrollar cáncer de seno.

Si
se descubre un bulto

Si
se descubre un bulto en un seno, examine el otro seno. Si ambos senos se sienten
igual, el abultamiento es probablemente normal. Usted debe, sin embargo,
mencionarlo a su médico en su próxima visita.

Pero
si el bulto es algo nuevo o raro, consulte inmediatamente con el médico. El médico
puede sugerir que espere hasta después de su próximo período menstrual para
ver si desaparece.

Lo mismo se puede decir si descubre secreción del pezón o
cambios en la piel, tales como hoyuelos o arrugas. Si usted no tiene un médico,
la sociedad médica de su localidad le puede ayudar a encontrar uno en su área.

Usted
no debe permitir que el temor la detenga. Es natural preocuparse si encuentra un
abultamiento en su seno. Pero recuerde que el 80 por ciento de los bultos del
seno no son cancerosos. Cuanto más pronto se diagnostique cualquier problema, más
rápido será tratado.

Evaluación
clínica

No
importa cómo fue descubierto el abultamiento en el seno, el médico querrá
empezar por su historia clínica. ¿Qué síntomas tiene y por cuánto tiempo
los ha tenido?

¿Cuántos años tiene, estado menstrual y salud en general? ¿Está
embarazada? ¿Está tomando algún medicamento? ¿Cuántos hijos tiene? ¿Tiene
algún pariente con condiciones benignas del seno o con cáncer de seno? ¿Le
han diagnosticado en el pasado cambios benignos del seno?

Luego,
el médico examinará cuidadosamente sus senos y probablemente le hará una cita
para una mamografía de diagnóstico, para obtener la mayor información
posible acerca de los cambios en sus senos. Esto puede ser una masa que se puede
palpar o algo anormal que se descubrió en la mamografía de detección.

Las mamografías de diagnóstico pueden incluir vistas adicionales o pueden
utilizar técnicas especiales para ampliar un área sospechosa o para eliminar
sombras producidas por capas superpuestas de tejido normal del seno. El médico
querrá comparar la mamografía de diagnóstico con cualquier mamografía
anterior. Si el abultamiento parece ser un quiste, su médico puede pedirle que
se haga una ecografía (estudio con ultrasonido).

Aspiración
de un quiste

Cuando
se sospecha que hay un quiste, algunos médicos proceden directamente a
aspirarlo. Este procedimiento, que utiliza una aguja muy delgada y una jeringa,
tarda sólo unos minutos y puede realizarse en la oficina del médico.
Normalmente, el procedimiento no es muy incómodo, puesto que la mayoría de los
nervios del seno están en la piel.

El
médico sujeta firmemente el abultamiento e inserta la aguja y trata de sacar
cualquier líquido. Si el bulto es de verdad un quiste, la extracción del líquido
causará que el quiste colapse y que desaparezca el abultamiento. A menos que el
quiste reaparezca en una o dos semanas, no se necesita ningún otro tratamiento.
Si el quiste reaparece más tarde, se puede simplemente drenar de nuevo.

Si
el bulto resulta ser sólido, es posible utilizar la aguja para extraer un grupo
de células que se envían a un laboratorio para más pruebas. (Debido a que los
quistes rara vez están relacionados con cáncer, el líquido que se drenó del
quiste normalmente no se examina a menos que sea sangriento o que la mujer tenga
más de 55 años de edad).

Preguntas
para su médico

Esperamos
que esta hoja informativa haya aclarado muchas de sus inquietudes acerca de los
cambios del seno y el riesgo de desarrollar cáncer de seno. Sin embargo, ningún
folleto puede reemplazar la consulta con su médico. Lleve cualquier pregunta
que tenga a su médico. Si no entiende la respuesta, pídale más explicación.

Muchas
mujeres encuentran útil escribir sus preguntas por adelantado. Aquí hay una
lista de las preguntas más comunes que tienen las mujeres. Las suyas pueden ser
diferentes. Apúntelas a medida que se le ocurran y lleve la lista con usted
cuando vaya al médico.

· ¿Con qué frecuencia tengo que hacer citas para consulta?

  • ¿Cómo
    puedo saber cuáles abultamientos son anormales?
  • ¿Qué
    tipo de abultamientos tengo?
  • ¿Necesito
    hacerme una mamografía? ¿Cuándo? ¿Con qué frecuencia? Si no, ¿Por qué
    no?
  • ¿Hay
    alguna cosa en mis antecedentes que indique que deba hacerme mamografías
    con más frecuencia que lo que usted recomienda de costumbre?
  • ¿En
    qué lugar debo hacerme la mamografía?
  • ¿Recibió
    usted los resultados de mi mamografía? ¿Qué dice el informe?

Glosario

Absceso:
Bolsa de pus que se forma cuando las defensas del cuerpo intentan luchar contra
los gérmenes que causan la infección.

Abultamientos
generalizados del seno:
Irregularidades y abultamientos del seno normales y no cancerosos. A veces
llamados "enfermedad fibroquística" o "enfermedad benigna de
seno".

Adenosis
esclerosante:
Enfermedad benigna de seno que implica el crecimiento excesivo de tejidos en los
lobulillos del seno.

Areola:
El tejido de color que rodea el pezón.

Aspiración:
Extracción del líquido de un quiste o de células de un abultamiento,
utilizando una aguja y una jeringa.

Aspiración
con aguja fina:
Uso de una aguja delgada para extraer líquido de un quiste o grupos de células
de un abultamiento sólido.

Biopsia:
Extracción de una muestra de tejido o de células para examinarla bajo el
microscopio con propósitos de diagnóstico.

Cambios
benignos del seno:
Cambios no cancerosos del seno. Los cambios benignos del seno pueden causar
dolor, abultamientos, secreción por el pezón y otros problemas.

Cambios
cíclicos del seno:
Cambios normales del tejido que ocurren como consecuencia de cambios en los
niveles de las hormonas femeninas durante el ciclo menstrual. Los cambios cíclicos
del seno pueden producir inflamación, sensibilidad y dolor.

Cáncer:
Nombre general para más de 100 enfermedades en las que células anormales
crecen sin control. Las células cancerosas pueden invadir y destruir los
tejidos sanos y pueden extenderse a través del torrente sanguíneo y del
sistema linfático a otras partes del cuerpo.

Ciclo
menstrual:
Ciclo mensual de eliminación de sangre y tejidos del útero, durante los años
reproductivos de la mujer.

Conducto:
Canal que lleva los líquidos del cuerpo. Los conductos mamarios transportan la
leche de los lobulillos al pezón.

Ectasia
del conducto mamario:
Condición benigna del seno en la que los conductos debajo del pezón se dilatan
y a veces se inflaman, lo que puede causar dolor y secreción por el pezón.

Enfermedad
fibroquística:
Ver Abultamientos generalizados del seno.

Fibroadenoma:
Tumor benigno del seno compuesto de tejido estructural (fibroso) y de tejido
glandular (adenoma).

Hiperplasia:
Crecimiento excesivo de células. Varios tipos de condiciones benignas del seno
implican la hiperplasia.

Infección:
Invasión de los tejidos del cuerpo por microorganismos, tales como bacterias y
virus.

Inflamación:
Respuesta protectora del cuerpo a una lesión (incluso una infección). La
inflamación se manifiesta por calor, enrojecimiento, hinchazón, dolor y pérdida
de función.

Lóbulos,
lobulillos, bulbos:
Tejidos del seno productores de leche. Cada uno de los 15 a 20 lóbulos del seno
se ramifica en lobulillos más pequeños y cada lobulillo termina en una gran
cantidad de bulbos diminutos. La leche se origina en los bulbos y es llevada por
los conductos al pezón.

Maligno:
Canceroso. Los tumores malignos pueden invadir los tejidos circundantes y
diseminarse a otras partes del cuerpo.

Mamografía:
Examen del tejido del seno utilizando rayos X.

Mamografía
de detección:
Radiografía del seno que se usa para buscar signos de enfermedad, tal como el cáncer,
en personas que no presentan síntomas.

Mamografía
de diagnóstico:
Uso de radiografías del seno para evaluar los senos de una mujer que tiene síntomas
de enfermedad tal como un abultamiento o cuya mamografía de detección muestra
una anormalidad.

Mastitis:
Infección del seno. La mastitis se ve más a menudo en las madres que
amamantan.

Menopausia:
El tiempo cuando cesan los ciclos menstruales mensuales de una mujer. La
menopausia a veces se dice "el cambio de vida."

Necrosis
grasa:
Bultos de materia grasa que se forman a consecuencia de una magulladura o golpe
en el seno.

Palpación:
Uso de los dedos para presionar en las superficies del cuerpo, para sentir los
tejidos y órganos subyacentes. El palpar el seno para buscar abultamientos es
una parte crítica del examen físico de los senos.

Papiloma
intraductal:
Crecimiento de una pequeña formación, parecida a una verruga que se proyecta
en un conducto del seno.

Quiste:
Bolsa llena de líquido. Los quistes en el seno son benignos.

Rayos
X:
Forma de radiación de alta energía. Los rayos X forman una imagen de las
estructuras del cuerpo al pasar a través de los tejidos y chocar contra una
hoja de película. Las radiografías de seno se llaman mamografías.

Riesgo:
Medida de la probabilidad de que ocurra un evento incierto o casual con
consecuencias negativas para la vida humana o la salud.

Secreción
del pezón:
Líquido que sale por el pezón.

Ultrasonido:
Uso de ondas de sonido para producir imágenes de los tejidos del cuerpo.


Fuente:
National Cancer Institute