Los gatos y su reproducción

Una vez que el gato llega a la adultez, es necesario tomar una decisión con respecto a sus posibilidades reproductivas. En este artículo, se detallan todos los pormenores respecto a la cruza de los gatos, así como de sus tratamientos para interrumpirlas

Celo


El lapso en que los gatos comienzan a experimentar el celo es alrededor de ocho
meses, mientras que las gatas promedian los seis.


Durante el celo, los gatos maúllan más fuerte y orinan para marcar su
territorio, además de volverse más inquietos y agresivos. También intentan salir
a la calle para buscar pareja, con lo que pueden desaparecer por algunos días.
En tanto, las gatas hacen como un gruñido leve y suelen refregarse sobre el
suelo, levantando parte de su cola.


Si bien estas gatas suelen entrar en celo en primavera, aquellas que viven
dentro de una casa que posea la luz y temperatura artificial, pueden estar en
celo permanentemente.

Apareamiento


Es muy normal que los gatos se peleen por la hembra, aunque estas pueden
cruzarse con más de uno durante el día.


La forma en que las hembras se cruzan, es frotándose contra el macho e
inclinándose hacia delante, para que éste pueda montarla sujetándola por el
cuello con los dientes. Cuando la hembra desea terminar, lanza un grito para
avisar al gato. Luego de esto, en muchos casos, las gatas se tornan agresivas
hacia el macho.

Embarazo


La gestación de la cría dura un promedio de entre 60 y 62 días, aunque puede
alcanzar los 68. Sin embargo, en caso de que se supere el promedió de los dos
meses, se debe avisar inmediatamente al veterinario, puesto que los embarazos
muy largos puede deberse a problemas que son necesario tratar con urgencia.


Es posible que durante los primeros días del embarazo la gata presente vómitos,
pero éstos suelen irse solos con rapidez. También pueden hacerse más mimosas y
demandar mayor atención, aunque cuando hay otros animales en la casa, pueden
volverse por el contrario algo más agresivas. Este comportamiento finaliza
cuando termina el embarazo.


Es factible que en su dieta deban ser incorporados suplementos vitamínicos o de
calcio, así como más alimento. Para saber esto en profundidad es necesario
consultar al veterinario.

La otra opción: esterilización y castración

No son pocas las personas
que piensan que castrar o esterilizar a los gatos va en contra de su naturaleza.
Sin embargo, alcanza con ver la gran cantidad de gatitos que diariamente son
abandonados, para darse cuenta de que, “dejar que todo siga su curso”, puede ser
aún peor.

De hecho, si se piensa que una gata puede tener 3 o 4 camadas de cachorritos al
año, con un promedio de 4 gatitos por parto, es muy posible que dejarla sin un
tratamiento acorde pueda llegar a transformarse en un gran número de gatitos que
sufrirán por falta de alimentación y cuidados.

La castración en los machos


La edad óptima para castrar a los gatos, está entre los 6 meses y el año,
dependiendo de cuando haya alcanzado el animal su total desarrollo.

Gracias a este tratamiento, se evita que estos gatos se vayan de la casa por
algunos días en sus períodos de celo, lapso en el cual, debido a sus peleas por
la hembra, pueden volver lastimados o contagiados de diversas infecciones.

Además, cuando entran en celo los gatos se vuelven más agresivos y tienen una
tendencia a marcar el territorio, orinando en diversas partes de la casa. (Está
orina es mucho más concentrada e intensa que la común, con lo que posee un olor
difícil de quitar).

Por otra parte, la
castración es una operación sencilla y de muy bajo riesgo, donde solo se extraen
los testículos.

Otra alternativa posible es la vasectomía, una intervención que sirve para que
no puedan segregar semen, quedando totalmente estériles. Sin embargo, su deseo y
comportamiento no se modifica, por lo que no es recomendable.

Si bien es cierto que luego de la castración tienden a engordar un poco, ya que
su actividad física disminuye, esto se puede solucionar con una dieta apropiada.

Esterilización de las hembras

La fecha de
esterilización en las hembras es entre sus 6 meses y antes de que tengan su
primer celo. Para la mayoría, lo ideal es efectuarlo después de su primer celo,
cuando ya están desarrolladas. Mientras tanto, se le pueden suministrar métodos
anticonceptivos, de manera temporal.

De hecho, cualquier método anticonceptivo, tanto en inyecciones como en
pastillas, debe ser suministrado por cortos períodos, puesto que a largo plazo
podrían traer problemas de diabetes o trastornos uterinos. En el caso de que la
gata no sea cruzada ni operada, puede llegar a tener comportamientos agresivos,
trastornos mamarios, embarazos psicológicos, y quistes ováricos.

Al esterilizar a la
hembra, se le quitan su útero y ovarios, por lo que no se pueden producir celos
ni embarazos. En el caso de que se opte por ligar las trompas, no podrá haber
embarazo pero el celo continuará, algo que puede llegar a afectarle.