A lo largo de la
historia los sueños han sido interpretados de acuerdo a la época, la
cultura y la religión predominante de ese tiempo. En algunos casos han sido
considerados desde posesiones demoníacas hasta iluminaciones divinas. El
contenido de los sueños tiene sus orígenes
en el inconsciente colectivo y personal de cada individuo.
En el siglo
pasado se creía que la persona que soñaba
era totalmente incapaz de controlar el
contenido onírico y que éste no estaba firmemente sustentado por los datos
existentes o posiblemente comprobables.
Ahora, sabemos que podemos hacer conciente el material onírico por medio del entrenamiento de la mente.
Las técnicas científicas han abordado y estudiado diferentes
formas de interpretar las ondas cerebrales o el funcionamiento del sistema nervioso. Ya sabemos que desde el punto de vista científico
se pueden controlar los diferentes estadios del sueño. Los antiguos maestros o guías desde hace miles de años ya conocían de
alguna forma de cómo funcionaban los estados
de la mente alterados por el sueño. Todo el conocimiento de la sabiduría ancestral de aquellos maestros que percibían desde el alma misma del soñarte y
en forma natural, interpretaban a sus discípulos por que conocían el camino perfecto para la propia
conexión interna y para llegar al
estado de ensoñación con conciencia. Toda esa sabiduría también se puede
utilizar y seguir descubriendo día a día en el sendero que se dirige hacia nuestro interior. Nuestro universo interno es
infinito, rico, vasto, abierto y este se manifiesta en los sueños. Cada día podemos
alcanzar un nuevo aprendizaje, si elegimos recorrer el camino del autoconocimiento.
¿Qué sucede cuando una persona está
soñando?
Existen muchas
clases de sueños como variedades de soñadores, porque la evolución interior de
la persona marca la capacidad de
conciencia de reconocer el sueño y su
contenido. Los sueños claros cuando la persona que está soñando es conciente de aquello que transcurre durante la etapa del sueño. En
ese tiempo y espacio particular es conciente que está soñando y esa
percepción de darse cuenta es el principio de la autoconciencia en el
sueño. Esto significa que el estado de
estar dormido y soñando desaparece como tal y la persona comienza a experimenta
vivencias en otra dimensión a la de la vigilia.
¿Qué
significa esto? Es muy interesante
observar dentro de esta posibilidad la secuencia
o proceso de la conciencia durante el estado de
ensoñación. Podemos contemplar como nuestra
energía se mueve en algún sentido
imaginario o diferente al mundano, el de las tres dimensiones que nosotros
conocemos. Podemos captar como nuestra alma mientras soñamos acciona, siente,
vibra, experimenta situaciones o se encuentra con personas desconocidas o no. Es nuestro ser interior o alma la que está funcionado en otro plano de existencia, podemos llamarlo plano mental, emocional o
espiritual. Pero lo que es importante captar y comprender que nuestra alma vive, también, y se mueve en esos planos, seamos o no
conciente de esto.
Descubrir
que solamente soñando podemos resolver problemas de salud,
psicológico, de relaciones o simplemente aprender una forma y original de vivir
es realmente fascinante.
Esto
es lo que plantea el curso de los sueños.