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Si te has cansado de ver esas
zapatillas blancas o si, antes de tirar un par de tenis viejo deseas darles una
última oportunidad, aquí va un artículo que puede serte útil —y que te puede
hacer quedar como una supermamá ante tus hijos—.
Instrucciones
Saca los cordones de ambas zapatillas.
Forma algunos bollos de papel —el papel de diario es ideal para esta tarea— y
ubícalos dentro para dar forma a la zapatilla y eliminar cualquier arruga que
pudiera haber en la superficie.
Utiliza pintura acrílica rebajada con agua para dar una primera mano.
Vuélvete loco. Pinta cada sección del calzado de un color diferente. Por
ejemplo, empieza con rojo en la punta y luego echa mano a todos los colores del
arco iris hasta llegar al talón. Usa tu imaginación.
Deja secar la pintura, luego agrega detalles con pinturas 3-D para telas. Podrás
encontrar colores brillantes, metálicos y centellantes, para crear efectos de
profundidad.
Utiliza marcadores permanentes sobre la goma de las suelas y los ojales
metálicos que recubren los agujeros de los cordones.
Vuelve a poner los cordones en las zapatillas.
Ya puedes sorprender a tus hijos.
Consejos prácticos
Si tienes acceso al equipamiento necesario, puedes pintar tus zapatillas con un
aerógrafo. Utiliza tus pinturas acrílicas comunes.
Consigue una ilusión de teñido única usando ceras o anilinas y pintando sobre
las mismas.
Las imitaciones de piedras preciosas y los abalorios suelen golpearse con
facilidad y no son recomendables.
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