Descubrir
las
capacidades de los animales, sus potencialidades y sus limitaciones, para
enfocarlas de forma terapéutica a los ancianos.
Con
esta idea surgió en octubre de 1999 el primer centro español de dichas
características, ubicado en Boadilla del Monte, Madrid, e impulsado por
Mensajeros por La Paz.
Dentro
de sus instalaciones se intenta educar a perros y gatos para que hagan compañía
y terapia a personas mayores, ya sea en su casa o en una residencia.
Según la directora de este centro, Ana Julia Fuentes, "los efectos son muy
beneficiosos en el aspecto físico, social y psicológico de la persona mayor,
ya que el perro le obliga a salir dos veces al día. De este modo, hace
ejercicio en el paseo, aumenta la relación social y recibe mucho cariño, ya
que el animal responde a sus caricias y a su voz".
Una
forma de combatir la soledad y el aislamiento que padecen, en algunos casos, las
personas de avanzada edad.
Pero la tarea no es fácil. Un adiestrador profesional educa en un mes al perro
para adaptarse a su nuevo amo.
Esto
es, le enseña a caminar al paso de un anciano, a sentarse y tumbarse al recibir
una orden, a no mostrar su alegría saltando sobre las personas y a no perseguir
a otros perros y gatos.
En
definitiva, intenta ayudar al animal a encaminar sus aptitudes a las habilidades
concretas y limitadas de la gente mayor.
Fuente: www.uauau.com