No
debe verse, en el acto del rasguño, un acto de venganza, una actitud de furia,
ni una forma de llamar la atención. Se trata, simplemente, de una acción que
muchas veces no pueden dejar de hacer, la cual será sin dudas muy entretenida
para ellos, pero podrá provocar un muy mal aspecto a su hogar.
Los gatos tienen una natural necesidad de rasguñar. Han recibido patas con
grandes garras, y es lógico que el tapiz de sus sillones sea un objetivo para
poder usarlas.
Una de las tácticas mas usuales y efectivas para enfrentar este problema, es
rociarlos con un chorrito de agua tirado desde una botella con pico de spray:
Cada vez que su gato comience a rasguñar los muebles, deberá arrojarle agua de
esta forma, para que aprenda que algo malo sucederá cuando comience a rasguñar.
(¡Además, se divertirá mucho viendo como el animal escapa como loco!)
Esta metodología será muy útil para que el gato termine con esa molesta
costumbre, aunque tiene un problema: sólo se la podrá utilizar cuando permanezca
en su hogar.
Sin embargo, también hay un secreto para cuando se encuentre ausente del mismo:
trate de colocar algunas hojuelas de aluminio en las áreas de los muebles donde
su gato rasguña, ya que las mascotas tienen mucho miedo de acercarse a las
mismas. De hecho, las hojuelas de aluminio generalmente los espantan.
Asimismo, podría darle otras cosas para rasguñar, como una caja de cartón, o
bien artículos especiales que se venden en las veterinarias. Esta será una
metodología muy sencilla y económica, y podrá permitir que su gato siga teniendo
el placer de utilizar sus garras.
La importancia de una buena elección
Cuando se trate del nuevo mobiliario, se podrán prevenir los rasguños de sus
gatos justamente mediante la correcta elección de estos artículos. Para ello,
tenga presentes estas sugerencias cuando deba dirigirse a comprar muebles:
Terciopelo
Los materiales como el terciopelo son muy duros para rasguñar, ya que su textura
es bastante dura, con lo que la mayoría de los gatos solo podrían lograr hacer
muy diminutos agujeritos con sus garras, pero incluso no les resultará
atractivo. Por esta misma cuestión, jamás deberían elegirse sofás o todo tipo de
muebles revestidos con brocado.
Madera
A
los gatos les encanta rasguñar la madera, pero sólo si la misma está al
descubierto, o bien tiene grietas, o tiene figuras decorativas talladas. En
otras palabras, si hay algo para que ellos agarren con sus garras, sin dudas lo
rasguñarán. Por eso, debe buscar muebles que o bien tengan la madera cubierta, o
bien tengan una madera bien lisa.
No
es necesario que elija entre gatos o mueble: podría tomar algún tiempo, pero es
posible entrenar a un gato para que se comporte bien, y no rasguñe los muebles.