Las piedras y raíces
de árboles son muy recomendables la comodidad de los
peces. Pero antes de
colocar estos elementos es necesario lavarse cuidadosamente las manos antes de
meterlas en el acuario, dejarlas en una solución débil de
permanganato potásico y aclararlas después completamente.
Se pueden poner piedras
formando pequeñas “cuevas”, en las que algunas especies podrán desovar.
En acuanto al agua, la
mayoría de los peces tropicales de acuario proceden de zonas donde la misma es
blanda y tiene un bajo contenido en calcio; pero muchos peces pueden adaptarse a
vivir en agua dura del grifo. Sin embargo, para que algunas especies críen, la
composición del agua es crítica.
La dureza del agua se
refiere a la presencia de determinadas sales, sobre todo de calcio y magnesio, expresada en partes por millón de Carbonato calcico
(CaCO3), o en la escala alemana (DHo) como partes de oxido
de calcio (CaO) por l00.000 partes.
El agua de la canilla
se puede ablandar mezclándola con agua de lluvia no contaminada y filtrada o
con agua desionizada (se puede comprar un equipo para producirla). Se suele
cambiar un tercio del agua cada mes.
En cuanto al clima, la
mayoría de los peces tropicales requieren una temperatura de 22 oC.
Se debe emplear un termostato para controlar la temperatura. La potencia del
calentador deberá ser de un vatio por cada litro de agua (por ejemplo. 100
vatios para 100 litros).
El Calentador no ha de
tocar el vidrio del acuario, ni estar enterrado en el sustrato. Se debería
fijar un termómetro al cristal del acuario mediante una ventosa de goma. (Los
acuarios de peces de agua fría no deben calentarse.)
Otro
elemento imprescindible para la duración y el cuidado de este hobby que
comprende mucho de placer y mucho de responsabilidad, es la correcta aireación
de la pecera. Las aguas naturales contienen naturalmente oxigeno suficiente para
los peces, pero las del acuario pueden no tener bastante.
Una corriente de
burbujas de aire comprimido producida por alguna de las bombas de aire que
existen en el mercado remediará el problema.
Aunque solo se disuelve en el agua
un pequeño porcentaje del oxigeno del aire de las brujas, la aireación es muy
valiosa: arrastra continuamente agua hacia la superficie. donde absorbe oxígeno
y desprende dióxido de carbono.
Por último, antes de
introducir los peces en el acuario, déjese que el agua se sedimente durante una
semana y compruebe que todo el equipo funciona bien. Emplee una red para
trasladar los peces: no se les debe tocar con la mano.