El sol es muy saludable tanto para los humanos como para las mascotas ya que
contribuye a la producción de la vitamina D que protege la piel y contribuye a
fijar el calcio.
La prevención es la mejor herramienta para impedir que se produzcan
inconvenientes. Algunas sugerencias son:
1.- Procurar no exponer al animal al sol a partir de las diez de la mañana a las
cuatro de la tarde.
2.- Aplicar bloqueador factor treinta en las áreas más sensibles de la mascota
como por ejemplo la nariz, las puntas de las orejas y la panza.
3.- Si el calor es excesivo, se recomienda que el animal lleve una camiseta que
lo pueda proteger de mejor manera del sol, sobre todo si estará expuesto al aire
libre sin que exista un sitio con sombra donde pueda refugiarse.
4.- Si las zonas sensibles del animal se ven enrojecidas es que el animal ha
recibido mucho sol. Si esto ocurre para evitar lesiones, úlceras e infecciones
hay que colocar rápidamente un poco de agua fresca cada treinta minutos.
El agua puede rociarse con un spray o mediante compresas húmedas.
5.- Por la noche, aplicar una crema que contenga aloe vera para que el animal
pueda descansar y no sentir tanto dolor por las quemaduras.
6.- Si la mascota tiene un pelaje claro, corto y delgado hay que extremar las
precauciones ya que el animal será más sensible a la exposición al sol. Si se
acostumbra a pelar al animal en época de verano, hay que colocarle una camiseta
u otro tipo de ropa para que no quede completamente expuesto a los rayos
solares.
7.- Asegurarse siempre que se vaya de paseo con la mascota que podrá tener un
espacio donde haya sombre.
Si no hay posibilidad de disponer de un ambiente fresco, lo más conveniente es
llevar una sombrilla o carpa donde el animal pueda refugiarse.
8.- Si el perro o el gato respira con dificultad, tiene las mucosas enrojecidas
o tiene temblores, lo ideal será refrescarlo y acudir rápidamente a un
especialista que pueda revisarlo y tratarlo debidamente.
Integrar a las mascotas a las actividades cotidianas de la familia es una
alternativa muy saludable tanto para el animal como para todos los integrantes
del hogar, pero siempre hay que llevar a cabo esta actitud con prudencia y sobre
todo responsabilidad ya que los animales también están expuestos a las
inclemencias del tiempo y pueden sufrir gravemente las consecuencias.
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