Cuando
nacen los cachorros
la mamá perra no les pone nombre a sus bebes, los reconoce por el olor y el
aullido, les enseña por medio de ligeras mordidas y gruñidos, trata a todos los
cachorros por igual, no hay diferencia de sexo,
Los seres
humanos somos diferentes la psicología de la mujer es diferente que la del
hombre, nuestra comunicación es verbal, ellos se comunican por medio por el olor
y el lenguaje corporal.
Si nosotros
proyectamos nerviosismo, pánico o tensión, el perro lo va a detectar porque
huele nuestras endorfinas si estamos contentos, huele el cortisol, si estamos
estresados, y la adrenalina si tenemos miedo, por eso no podemos engañar a
nuestra macota, tenemos que tener una energía asertiva y confiable para que se
sienta contento nuestro peludo como nosotros.
Acordémonos
que nuestro perros son lobos, (Canis lupus) hace 40 millones de años, y hace 12
mil años lo incorporamos a nuestra manada, cada especie tiene un protocolo de
conducta, si tu te acercas a un lobo salvaje te va a ver como posible presa
(comida), si tu te acercas a un caballo te va a ver como una amenaza (me puede
comer).
El perro es
un depredador cooperativo caza en manada, y nosotros somos sus padres adoptivos,
que le cambiamos la caza por el juego y el salir a pasear, nosotros le damos la
presa (comida).
Un ejemplo
del mal manejo del lenguaje es:
Mamá loba
se va a cazar—no se despide—deja a los lobeznos en la guarida, ellos se quedan
tranquilos, son muy pequeños para poder cazar, mejor juegan y aprenden con el
juego la caza.
Mamá loba
se va cazar---- juega con ellos—se los lleva para enseñarlos, ya están lo
suficientemente grandes para enseñarles y que puedan correr atrás de la presa y
ayudar a la manada a cazar.
Ritual de
reforzamiento
Hombre me
despido nos vemos Terry, te portas bien, no me tardo, te quiero mucho y
cierro la puerta (se cerro accidentalmente) en el mundo salvaje no hay puertas,
si se cierra la puesta Terry piensa va a regresar, no se dio cuenta que me
dejo, voy a aullar y a ladrar para que regrese y me lleve con el o ella. A
esto se le llama
ansiedad de separación.
Cuando
vayas a salir a trabajar sal sin avisar ni hacerle caso, y cuando vayas a salir
con el a pasear si papáchalo (vamos a salir juntos), y le pones la correa y
sales
Otro
ejemplo es en el juego
La forma
habitual que los humanos tenemos de reaccionar ante el
dolor es
bastante diferente que aquella de los perros. Cuando nuestro cachorro nos
muerde, tenemos distintas actitudes como ser:
·
Gritarle “no me muerdas!”
·
Alejarlo con un empujón
· En
niños: llorar, correr en círculos, agitar los brazos
· En
casos extremos, golpear al perro
Ante los
comportamientos naturales del ser humano:
·
Cuando le gritas, él entiende: ¡Guau! ¡Aff! ¡Qué juego divertido!
·
Cuando lo empujas, él piensa: ¡Empujones! ¡Qué lindo!
·
Cuando un niño llora, él piensa: ¿?
· Si
el niño corre en círculos, o agita sus brazos: ¡Quiere que lo persiga! ¡Y que le
muerda los tobillos o sus brazos!
·
Cuando lo golpeas: ¡Qué dolor! Yo con este ya no quiero jugar más, me va a hacer
daño!
Por
Psc.
Vivian Hall Vigoritto
Zooterapeuta
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