Cómo educar los sentimientos de tu perro
Los celos, el miedo y la tristeza son sensaciones muy fuertes en los perros. Veamos, con ejemplos, cómo un adiestramiento canino efectivo puede tratar los sentimientos de su perro.
Los celos
Es frecuente en muchos hogares cómo el nacimiento de un bebé provoca en el perro un comportamiento extraño.
El bebé hace que inconscientemente centremos en él toda la atención y todo el
cariño. Esto es estupendo y maravilloso, pero a un perro le resulta del todo
incomprensible.
Él no conoce al bebé, lo considera un desconocido y tiene que
empezar a acostumbrarse a esa nueva persona y a la nueva situación que ha
generado.
¿Cómo puede facilitar usted el proceso de aclimatación? Tomando
frecuentemente el bebé en brazos cuando esté el perro y enseñándoselo. No se
olvide de hablar con él y con el bebé. Mímelos a los dos.
Esto les sentará bien
a ambos, y el perro se dará cuenta de que no es rechazado, sino que ha de
compartir su cariño.
Es un proceso que requiere tiempo y paciencia. Pero si consigue transmitirle
mucho cariño al perro, a pesar del bebé, su fiel compañero se convertirá en
amigo y protector del niño.
Hay muchos ejemplos que nos muestran que los
animales muy sociables también saben tratar a las crías de otras especies, si se
les brinda la oportunidad de contactar con ellas.
De ahí un consejo: deje que su
perro olfatee al niño de pies a cabeza. Olvídese de la higiene por un momento.
Inseguridad y miedo
Muchos perros pasan por experiencias traumáticas con otros perros; es muy común
las mordeduras con otros canes en la calle. Esto provoca en algunos, el miedo a
los otros perros.
Este sentimiento se pone de manifiesto cuando se saca a
nuestra mascota a pasear y nos topamos con otros perros, se queda como
petrificado y con el rabo entre las patas. ¿Cómo podríamos quitarle el miedo?
El miedo solamente se puede vencer mediante muchas experiencias positivas. Por
lo tanto, lleve a su mascota con otros perros que sean bonachones y amistosos.
Lo ideal sería encontrarle compañeros de juegos.
Así aprenderá, por experiencia
propia, que muchos de sus congéneres son seres alegres y buenos compañeros. Pero
eso no es todo, al mismo tiempo también aprenderá a comprender mejor las
expresiones y los gestos de los otros perros.
Así se sentirá más seguro con los
demás y no se verá dominado por el miedo. La experiencia nos dice que los perros
asustadizos nunca acaban de perder el miedo por completo, pero podemos ayudarles
a controlarlo.
Tristeza
Cuando el perro pierde a su amo, aparece en él un desánimo que lo hace permanecer apático en su cama, apenas comer, y acudir arrastrándose cuando lo llamamos. ¿Qué podríamos hacer para ayudarle a superar su tristeza?
A las personas es muy difícil ayudarlas cuando están tristes. Actuando con mucho
tacto puede ser posible consolarlas, pero no superan la tristeza.
Por fuerte que
parezca: en el fondo, no podemos ayudar a nadie. La tristeza tiene que digerirla
cada uno por su cuenta.
Y con los animales todavía resulta más difícil, ya que
no podemos comunicarnos con ellos mediante la palabra. La mejor ayuda para tu
mascota sería juntarlo con otro perro para que se relacionara con él.
Posiblemente así conseguiría olvidar a su dueño. Los congéneres son un
catalizador para la mente canina.
Cada paseo en el que tu perro se encuentre con
otros perros y pueda moverse con libertad le ayudará a olvidarse un poco de su
dueño.
Tenemos que confiar en los consejos que nos aportan los expertos en adiestramiento canino si quieres para tu mascota bienestar y alegría en su día a día.
Por Bob
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