Aquellos adultos que hayan quedado solos, deben saber que siempre tienen la opción de incorporar un perro a su hogar, pues estos animales suelen llevarse muy bien con la gente mayor, y casi siempre logran hacer sus vidas más felices. Conozca las razas más adecuadas

Llega
un momento en que se irá el último hijo de la casa, y por que no, que también
la pareja podrá marcharse. De esta forma, la casa que alguna vez albergó una
gran familia, hoy en día retumbará de silencio.

Para
ese entonces, la soledad será la única compañía diaria, y posiblemente se
contarán las horas o minutos para ir a visitar a los hijos u otros parientes o
amigos, que puedan liberar por un rato, a quienes han quedado solos, de su vida
de silencio.

En
muchos casos, estos adultos sienten que ya no es tiempo de volver a formar una
pareja. Y si bien es cierto que para el amor no hay edad, también es
comprensible que no se busque un cambio radical en la vida, solo por tener
alguien que haga compañía. Pero un hombre o mujer no son la única
alternativa.

El mejor amigo, en todo
momento

Para
ese tiempo, sería muy apropiado ir considerando la alternativa de incorporar
algún perro, que podrá ser una fuente de vitalidad y compañía mucho más
grande de la que muchos piensan.

En
efecto, un perro requiere que le cocinen, lo bañen, le hagan una cucha, y lo
saquen a pasear, todas actividades que pueden mantener entretenida a una
persona, haciéndola sentir útil. Pero además, se sabe que los perros aceptan
con mayor placer relacionarse con gente mayor, pues no los molestan ni los
incitan a estar en constante movimiento.

Según
señalan los especialistas, la gente adulta tiene, básicamente, tres tipos de
demanda: afecto, compañía, y necesidad de sentirse útil. Y todas ellas pueden
ser llanadas por un perro.

En
muchos casos, los mayores temerán modificar su rutina al incorporar al perro,
diciendo por ejemplo que no podrán cuidarlo, o que tendrán miedo de lo que
podría pasar con estos animales cuando ellos ya no estén. Sin embargo, si
cuentan con el apoyo de sus familiares, la mayoría se animará a hacer el
intento, el cual, en la mayoría de los casos, suele ser muy satisfactorio.

Algunos recaudos

De
todas formas, para evitar que la experiencia no sea opuesta a la buscada, se
tendrá que tener mucho cuidado con la raza elegida, así como también con el
hecho de contar con todos los elementos necesarios para el buen cuidado del
animal, como ser un comedero, un bebedero, una correa, un shampoo especial, un
anti-pulgas, y un cepillo.

Respecto
a lo primero, los especialistas aconsejan que lo ideal es buscar animales pequeños,
livianos, y de patas cortas, ya que los mismos son fáciles de asear, peinar, y
pasear. Las razas que cumplen con estas características son el maltés, el
datschund o salchicha, yorkshire terrier, pequines, chihuahua, caniche toy, shih-tzu,
mini schnauzer o pinscher. Pero cualquier perro de similares características es
adecuado, aún uno “sin raza”.