Elige el compañero que se adapta mejor a ti

Cada animal, con su capacidad particular para comunicarse, puede contribuir a aliviar malestares y situaciones de angustia. Sin embargo, no todos lo hacen del mismo modo; a continuación describiremos las características y las distintas muestras de afecto de algunos de los mejores amigos del hombre, para que así podamos escoger al más adecuado.


Perros



Obedientes, afectuosos, inteligentes, los perros son con toda certeza, los
mejores amigos del hombre. No escatiman afecto y gracias a su temperamento
alegre, extrovertido hiperactivo (muy activo), resultan utilísimos para
estimular a las personas que viven solas y tienen tendencia a la depresión,
puesto que inducen a reaccionar ante las situaciones de la vida, a salir del
agujero de la soledad y a volver a entrar en contacto con el mundo exterior.


Además, existen perros especialmente
adiestrados (las principales «razas-guía»
son la Golden Retriever, Labrador, lebrel) que ayudan a personas ciegas, sordas
y a otros minusválidos confinados en sillas de ruedas, como si se tratara de
verdaderos ángeles de la guarda.


En estos casos los animales, aunque no tengan poder curativo en sí, contribuyen
a mejorar la calidad de vida de estas personas con su presencia tranquilizadora
y fiel. Y, en realidad, suponen todo un soporte para los desplazamientos y las
exigencias de la vida cotidiana.


Gatos


Independientes y perezosos, los gatos llegan a apegarse muchísimo a las
personas, les encanta que los acaricien y son capaces de ofrecer sorprendentes e
insospechadas demostraciones de afecto.

Su presencia ayuda a sentirse menos
solo, y por ese motivo resultan muy adecuados para las personas que han de
permanecer mucho tiempo en casa, como sucede con los ancianos, minusválidos y
enfermos crónicos.

Su porte seráfico y su autocontrol imprimen un efecto
tranquilizador en las personas ansiosas e hipertensas. Por su tamaño, pueden
tenerse en el regazo y ser acariciados. Parece ser que la suave consistencia de
su pelo estimula de un modo agradable los receptores que recubren nuestra piel,
y que las rítmicas vibraciones de su ronroneo transmiten calma y seguridad.


Peces y pájaros



Los peces nos recuerdan el agua, los pájaros evocan el cielo. Estos pequeños
animales se asocian con la naturaleza y con la idea de libertad.

El canto de los
pájaros y los colores brillantes de los peces son un excelente antiestresante
(ansiolítico), neutralizan la agresividad, transmiten buen humor y, además, no
dan demasiado trabajo a quien tenga que cuidarlos y alimentarlos.


Recientemente, en numerosos consultorios médicos, sobre todo de odontología, se
han introducido acuarios o jaulas con pájaros: el parsimonioso nadar de los
peces y el gorjeo de los pájaros, relajan hasta el punto de ejercer un auténtico
efecto anestésico, actuando como una especie de música de fondo.