En la soledad…la buena compañía de un perro Pequinés

Parecen bravos es cierto, pero tras esa muralla de mal carácter, se esconde la más tierna personalidad que un perro puede tener. Los tan afamados pequineses, son como los grandes personajes de la historia: o se los quiere o se los odia.

Esta es
una
raza de animal, que despierta sentimientos muy fuertes de uno y otro lado.
Sin embargo, quien haya vivido con uno de ellos, no tendrá más que palabras de
cariño y elogio.

El
Pequinés es uno de esos animales que se adoptan para toda la vida. Que pueden
adaptarse a cualquier circunstancia, a la que un humano pueda adaptarse, y que
pueden ser los compañeros ideales para quienes buscan un socio fiel e
inteligente.

Sus
características de personalidad fuerte, se complementan con sus características
físicas:

-Pesan
entre 2 y 8 kg

-Fuerte
estructura ósea

-cabeza
maciza, aplastada con fosas grandes y bien desarrolladas, de color claro.

-nariz
muy chata entre los ojos

-boca
hermética

Hocico
ancho, muy fruncido, con maxilar inferior ancho y sólido.

-ojos
grandes, oscuros y con mucho brillo

-orejas
redondeadas y proporcionadas

-cuello
corto (parece que no tiene)

-cuerpo
corto y arqueado

-cola
alta y rígida

-pelo
largo, liso y abundante

Su
historia

Su
verdadero origen es desconocido, sólo se sabe que tiene una historia muy
antigua y que era muy famoso en la Antigua China, en donde existe una leyenda
que cuenta que una vez, un león se enamoró un día de una mona pequeña, a la
que quiso desposar; pero era necesario, primero, presentarse ante el dios
Hai-ho, quien dijo al león:

"Si estás dispuesto a sacrificar tu estatura
y tu fuerza por amor hacia esa mona, consiento en que te cases con ella."
El león aceptó de buen grado; fruto de esa unión fue el perro Pequinés que
conservó el porte orgulloso y la expresión noble del rey de la selva, unidos a
la gracia y la ternura de una mona pequeña.

La
explicación histórica más cercana de la aparición del Pequinés, se remonta
a 1861, cuando después de la caída de Pekín tras la invasión de las tropas
Franco Inglesas, algunos soldados ingleses llevaron como curioso regalo, uno de
estos animales, a la Reina Victoria de Inglaterra.

Así
fue como esta afamada raza, comenzó a cruzar el mundo, primero desde Asia a
Europa, luego a América y luego nuevamente a Asia, en donde el descuido por el
Pequinés hizo que increíblemente, los creadores deban reimportar ejemplares
para no perder la oportunidad de seguir criándolos.

Sin
dudas, el Pequinés ha dado vueltas y vueltas al mundo y sobrevivido a los
avatares del destino… su carácter y valentía les han permitido seguir siendo
una raza legendaria… una buena opción como compañeros de ruta: los
Pequineses.

El pequinés fue llevado a Europa, más
exactamente a Inglaterra, en 1861, despues de la caída de Pekín y de la
destrucción Palacio de Verano a manos de las tropas franco-inglesas. Oficiales
ingleses llevaron como botín algunos ejemplares, de los cuales uno fue ofrecido
como regalo a la reina Victoria. La cría europea contó, de ese modo, con sus
primeros antepasados.

A continuación se desarrolló de tal modo, con tanto
cuidado, que se obtuvieron ejemplares de belleza inigualable. En su país de
origen, en cambio, la raza decayó súbitamente y fue necesario reimportar
reproductores de Europa y de Australia.

Las dimensiones, los datos somáticos y los rasgos general sufrieron
modificaciones importantes, cada vez más alejados del tipo. La confrontación
entre el standard oriental, redactado hará unos treinta años o más, y el
standard europeo lo demuestra claramente.