Los gatos
son animales fastidiosos. La limpieza es un aspecto fundamental en la vida de
estos animalitos, y no hay nada que quieran ver más limpio que a ellos mismos.
Es por eso que pueden pasar gran cantidad de tiempo aseándose.
El acto de
chuparse a sí mismos ayuda a desenredar y remover el pelo muerto. De hecho, sus
lenguas están específicamente diseñadas para esto. Éstas están cubiertas de unas
pequeñas escamas y, hacia el centro de la lengua, hay otro tipo de escamas, más
parecidas a una barba, que enganchan el pelo y lo arrastran. Desafortunadamente,
el hábito de acicalarse lleva a la formación de bolas de pelo.
Los gatos
no son capaces de digerir el pelo que ingieren. Sin embargo, sólo son capaces de
hacer pasar el pelo a través del sistema digestivo en pequeñas cantidades.
Aquellos gatos que están bajos en fibra, no logran realizar este proceso. El
pelo se acumula y termina formando una bola de pelo. Las bolas de pelo se pueden
formar tanto en el estómago como en la parte posterior de la garganta.
El gato,
sintiendo un malestar, comienza a toser e intenta expulsar la bola de pelo. Para
aquellos que quieren a los gatos, el movimiento nauseoso y las arcadas son un
factor de preocupación –sin hablar de la posterior limpieza del escenario-.
Mientras que una bola de pelo ocasional no es algo para preocuparse, las bolas
de pelo recurrentes deberían ser una llamada de atención. La expulsión constante
de bolas de pelo puede derivar en problemas en el tracto digestivo, tales como
pérdida del apetito y constipación.
¿Cómo
evitarlas?
Tú no
puedes evitar que tu gato ingiera su pelo muerto. Simplemente, es imposible. No
obstante, existen algunas acciones, remedios naturales y productos comerciales
que pueden ser beneficiosos.
La mejor forma de evitarle este padecimiento a un
gato es cepillándolo y peinándolo tanto como sea posible. Los gatos de pelo
largo deben ser cepillados a diario mientras que los de pelo corto se las
arreglarán con una o dos veces por semana.
Si aún
así tu gato continúa expulsando bolas de pelo, entonces será conveniente
recurrir a los productos comerciales. Éstos pueden aplicarse en la parte
superior de sus patas frontales, de modo que cuando el gato se las chupe, el
producto ingrese en el organismo y ayude al pelo a pasar a través del sistema
digestivo.
Hay quienes usan lubricantes como aceite vegetal, mayonesa, manteca o
margarina, a modo de sustitutos de estos productos. Por otra parte, algunas
personas recomiendan el uso de vaselina, aunque deberá aplicarse en forma
ocasional. Se recomienda que verifiques con tu veterinario la frecuencia y la
cantidad de estos productos antes de suministrárselos a tu gato.
Asimismo,
podrás alimentar a tu gato con dietas diseñadas para prevenir la formación de
bolas de pelo. Otra solución interesante es mezclar una cucharita de calabaza de
conserva en la comida habitual de tu gato. Un método preventivo para la
formación de las bolas de pelo es darle de comer pasto un par de veces a la
semana.
El pasto puede crecer en un balcón, en un jardín y también en el
interior. Los pastos de centeno, trigo y avena son los mejores y pueden
conseguirse en tiendas de mascotas o en Internet. No alimentes a tu gato con
grama tratada químicamente.
En
cualquier caso, es necesario señalar que los gatos vomitan por varias razones.
Algunas veces pueden ser síntomas de serios condiciones patológicas.
Por eso,
antes de intentar cualquiera de estos remedios, es apropiado consultar con un
veterinario para descartar cualquier otra enfermedad, y para ver si alguna de
estas soluciones debería ser tenida en cuenta. Junto con la ayuda de tu
veterinario y una o más de estas sugerencias, es posible que tu gato se libere
de estas odiosas bolas de pelo.
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