Los primeros momentos con tu pez 

Un pez, ante todo, es una criatura tímida, y como tal no esta de más tener la consideración de evitarle agitaciones innecesarias, especialmente en el viaje desde la tienda hasta su nuevo hogar.  

Tampoco sobra asegurarse de que esté todo perfecto para recibirlo con la más cálida de las bienvenidas, con todos los elementos de su pecera preparados para brindarle una excelente primera impresión: la temperatura del agua, la limpieza de la misma y, claro,  el nivel de oxígeno. 

¡Su nueva mascota es sensible!. Recuerde lavarse las manos antes de manipular a su pez o a su pecera. 

Sepa como tratar a su nuevo huésped

Esta es una categorización de nuestros peces en cinco grupos,  basándolos en su compatibilidad. ¡Revise esta lista de peces compatibles para garantizar la paz entre sus mascotas! 

Las categorías son:

– Peces dorados

– Chichils Africanos

– Chichils Sudamericanos

– Tropicales Semi-Agresivos

– Tropicales Comunes

Hábitat y habitabilidad

Un error muy común al comenzar un nuevo acuario es sobrepoblarlo: los peces necesitan un espacio vital mínimo para mantenerse saludables y vitales, en caso contrario el agua puede ensuciarse excesivamente y el suministro de oxígeno puede resultar insuficiente.

Vale repetir lo importante de mantener una temperatura adecuada al tipo de peces que hemos adoptado, así como la acidez del agua, los niveles de nitrato, amoníaco y nitrito.

Además de la cuestión de la salud de nuestros pececitos, queda por resolver el factor estético de nuestra pecera: debe resultar agradable a la vista, equilibrada, y los peces deben poder desplazarse con facilidad y naturalidad.

Con este fin pueden utilizarse recursos como piedritas de colores, plantas vivas o artificiales, juguetes de pecera varios, etc. ¡No debemos dejarnos llevar por el entusiasmo al agregar decoración a la pecera!. Deben quedar amplios espacios para que puedan nadar con libertad y naturalidad.

Tener el equipo adecuado para mantener las condiciones ideales de habitabilidad del acuario es fundamental. Es necesario tener una base resistente para evitar perdidas o rajaduras, sistemas de filtrado eficientes, termómetro y su correspondiente calentador de agua,  y una cubierta para evitar el exceso de evaporación y "huidas" de los huéspedes.

Otro factor de cuidado es el recambio del agua: en función de la antigüedad del acuario, debemos cambiar el 10% del agua cada semana si se trata de uno nuevo, y si ya tiene un tiempo, al menos el 25% cada mes.

La salud de nuestro acuario

Una vez que nuestro acuario esta listo y habitado, debemos mantener una atenta mirada a los pececillos: su salud es delicada, y detectar tempranamente los síntomas de enfermedades es vital para evitar encontrarnos con nuestros amiguitos flotando panza arriba.

Cambios en su piel como películas blancas sobre el cuerpo y las aletas, líneas rojas, penachos blancos en y alrededor de la boca, heridas abiertas causadas por úlceras, parásitos y otros signos de enfermedades deben ser tomados con seriedad y tratados de inmediato.

El comportamiento de los peces puede también puede darnos a conocer pistas sobre el estado de su salud:

Movimientos irregulares de sus agallas, perdida de apetito, actitud letárgica, pérdida de peso, y el rascarse contra las piedras del acuario pueden ser indicativos de una salud frágil.

Alimentación: ¿Qué, Cuándo y Cuánto?

Hay una manera rápida y segura de perder a nuestros peces: sobrealimentarlos. Es común dejarse llevar por el entusiasmo y querer ganarse el afecto de nuestros huéspedes a base de comida, pero hay que recordar que ellos no son muy buenos a la hora de decir cuando fue bastante.

Por otra parte, si se les da mas de lo que pueden comer, quedaran restos de comida en el agua y esta se verá contaminada.

No debemos darles mas de lo que puedan comer en unos pocos minutos (no más de cinco), y debemos considerar la edad de los peces para saber cuantas veces al día debemos alimentarlos. 

Para un pez adulto basta con dos comidas diarias, mientras que otro mas joven necesitará ser alimentado con mas frecuencia. Esto, naturalmente, teniendo en cuenta si se trata de peces carnívoros o herbívoros. ¡No por que estén en una pecera les dará lo mismo!

Los carnívoros pueden ser alimentados con dietas a base de camarones y gusanos, mientras que los herbívoros se mantendrán saludables vegetales frescos como lechugas.

Otras precauciones

Por último, no hay que dejar de destacar que los peces, como todas las mascotas, pueden ser transmisores de enfermedades. Aquellas personas que padezcan problemas de salud deberán consultar al medico antes de manipular o poseer peces, como así también los ancianos y niños pequeños.

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