La cola del gato, termómetro de sus emociones

La cola del gato habla, y aquí te presentamos un diccionario para entender que quiere decirte...

El repertorio comunicativo de los gatos es amplísimo y va desde señales olfativas a través de su aliento o de su orina, hasta señales sonoras como maullidos, ronroneos y hasta algunos rasguños…

Pero sus gestos más significativos los crean con su cola, cuyos movimientos son los un verdadero código de comunicación para expresar sus necesidades y sentimientos.

De acuerdo con las posiciones que adopte, la cola del gato nos permitirá conocer las emociones de los pequeños felinos domésticos.

La cola también nos da un panorama rápido de cómo se siente un gato: erguida con orgullo para dar la bienvenida; con ondulaciones rítmicas para expresar placer o con intensos movimientos de un lado a otro como claro signo de ataque. 


 

– Si la cola está curvada ligeramente hacia abajo y con la punta recta, el gato está tranquilo y relajado.

Cuando levanta la cola hacia arriba con movimientos curvos, significa que algo ha llamado su atención.

– Cuando la cola está erguida, significa una señal de saludo a alguien que llega.

–  Si la cola está erguida y la balancea, nos está demostrando su cariño, un gesto que seguramente irá acompañado de suaves ronroneos.

Si la cola se eriza y apunta hacia abajo, el gato está asustado.

–  La cola entre sus patas demuestra sumisión.

–  Si el gato mueve la punta de cola con vehemencia de un lado a otro, es una señal de enojo.

–  Si en lugar de mover la punta de la cola, menea toda la cola y la enrosca, su enojo es enorme.

– Si además de estar enojado nota alguna presencia amenazante, estirará la cola totalmente para intimidar al invasor.

–  Si se dispone a atacar, erizará la cola y en lugar de dejarla recta la arqueará totalmente como si fuera un arco para disparar una flecha. 

Los gatos no solo se comunican con la cola, también lo hacen con los maullidos, bufidos y el ronroneo. También lo hacen a través de sus posturas, que denotan sus deseos e incomodidades.

El ronroneo generalmente indica placer y confort. El maullido denota molestia o amenaza. Cuando buscan compañía, el maullido es intenso, persistente y agudo. Cuando el maullido es de dolor, es corto y seco, casi como un grito.

El lenguaje corporal felino se aprende fácilmente porque es muy claro: un gato totalmente relajado extenderá todo su cuerpo y disfrutará con placer mientras lo rascan. Cuando se echa con las patas dobladas hacia adentro o se enrosca sobre sí mismo, adopta

Las orejas también indican mucho del estado de ánimo de un gato. Un gato alerta, o cazando tiene las orejas paradas, un gato nervioso echará un poco hacia atrás las orejas y un gato asustado las pegará lo más posible a su cabeza. 

Un gato amenazado erizará el pelo y se arqueará hacia arriba lo más posible para aparentar ser más grande, y al mismo tiempo, abrirá la boca completamente mientras emite un sonido especial, un maullido largo y agudo.

Su lengua tiene más funciones que la del ser humano: les provee mucha información sobre el medio ambiente y es un instrumento de limpieza a la hora del aseo felino.