La
tortuga mediterránea (Testudo hermanni) y la tortuga mora (T. Graeca),
están protegidas por la ley, que impide su recolección y mantenimiento en
cautiverio. Pero existen otras especies no amenazadas que se pueden conseguir en
los comercios y que reúnen todos los requisitos legales para su mantenimiento
en el terrario:
-la
tortuga de patas rojas (Testudo carbonara)
-la
de patas amarillas (T. Denticulata)
las
tortugas caja (Terrapente carolina).
Y
así como es tan importante saber de donde vienen las tortugas, tanto lo es
saber adonde tienen que ir. El alojamiento más adecuado es un terrario de
dimensiones proporcionales a las de nuestra mascota.
Para los ejemplares pequeños
puede ser suficiente una caja vivario o un acuario viejo, pero cuando crecen se
hace necesario un lugar más espacioso.
La
importancia de las paredes de su “vivienda”, reside en la protección que la
tortuga necesita de las corrientes de aire. También es fundamental disponerle
una capa de piedras redondeadas, gravilla y ramas secas, un pote de agua limpia,
así como una fuente de calefacción (puede ser una lámpara).
La
tortuga es un reptil y como tal, no tiene la capacidad de auto mantener su
temperatura. Lo más recomendable es una lámpara infrarroja que trasmita el
calor necesario y no caliente el ambiente.
La
luz solar aporta vitamina D a la superficie de su caparazón, aditivo
imprescindible para reforzar el calcio que debe incluirse en la dieta de la
tortuga.
Un
mito
“Las
tortugas provienen de un lugar árido y por eso no necesitan mucha humedad” – Falso.
Es necesario mantener cierta humedad, mantener un pote con agua fresca y de vez
en cuando proveerla con un baño refrescante. La presencia de agua en el
terrario asegura el nivel de humedad necesaria, por la evaporación.
Al
notar demasiado calor, la tortuga suele buscar un refugio. Para ello, es
aconsejable instalar un rincón de aislamiento en donde se pueden acumular
piedras, ramas, musgo, etc.
Una
vez pasado el invierno (etapa en la que hibernan y mantienen muy bajo su
metabolismo), las tortugas retoman su actividad y necesitan recuperar ciertas
vitaminas presentes en verduras como:
-lechuga
-tomate
-manzana
-zanahoria
-fresas
cerezas
-etc
Así
como en
alimentos naturales tales como:
-hígado
de ternera o carne picada
-comida para perros
-caracoles e insectos (a ser posible vivos para darles vivacidad).