Causas de fuerza mayor pueden hacer que una persona deba desprenderse de su
mascota. No hay que pensar que se trata de un abandono sino de una circunstancia
extrema que hay que resolver de la mejor manera posible.
“Los motivos más frecuentes por los cuales un dueño debe separarse de su
animal son la falta de medios económicos para
mantenerlo, los problemas graves
de salud de la persona que habitualmente cuida y atiende al animal, que el dueño
se ha hecho ya muy mayor y debe ingresar en una residencia para ancianos o la
muerte del amo”, comenta la veterinaria española Georgina Más.
Si se sabe de antemano que habrá que optar por esta medida extrema, hay que
buscarle el mejor hogar posible a la mascota. “Desde ya que no se puede
abandonar al perro en la calle sin más.
Hay que ser responsable y ubicarlo donde el animal pueda estar cómodo y bien
atendido. Si se dispone de un familiar o amigo de confianza, lo mejor es
preguntarles si desean hacerse cargo de la mascota”, aconseja la
especialista.
Otra de las alternativas es la de colocar un anuncio en donde se explicite que
se desea encontrar un hogar a un animal sin obtener compensación económica
alguna. Seguramente mucha gente se acerque ya que en este caso, no se busca un
rédito monetario sino una familia con la que pueda vivir la mascota de aquí en
adelante.
Las residencias caninas son una opción transitoria. “Esta opción es válida
cuando el dueño no tiene familia y debe pasar una temporada en el hospital o
tiene que encargarse de una mudanza, pero cuestan bastante dinero y si el motivo
por el que el perro ya no puede estar con su amo es económico, mucho menos podrá
dejarlo en uno de estos sitios costosos”, determina la especialista.
Los hogares de adopción para perros pueden ayudar en estas situaciones.
“Estas entidades suelen recoger perros abandonados para luego darlos en
adopción. Se puede hablar con quienes están a cargo de estas instituciones para
ver si es posible incluir al perro como un integrante más y así poder
encontrarle un hogar cuando sea posible”, destaca la veterinaria.
Aunque pensar en la separación es doloroso y puede llegar a ser traumático para
ambas partes, hay que pensar en brindarle la mejor calidad de vida a la mascota.
“Lo ideal es poder hallarle una familia con niños para que el perro no se
deprima ni se deje morir ya que en muchos casos el apego hacia el dueño es tan
grande que el animal sufre mucho, no quiere alimentarse ni relacionarse con
nadie”, revela la experta.
Consejos prácticos para dejar a un perro:
1.- Si la familia tiene un perro, pero se ve obligada a mudarse a un sitio más
pequeño de alquiler, es preciso buscar un lugar en el que el dueño admita la
presencia del perro. De esta manera, no habrá que separarse.
2.- La opción del abandono en la calle nunca es una buena alternativa. “Hay
gente que se desespera y no piensa con claridad. El dejar desamparado a un
animal nunca pueda ser una opción viable. Antes de tomar una decisión
irresponsable, lo mejor es consultar con gente cercana o con profesionales que
puedan orientar al respecto”, finaliza diciendo la especialista.
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