Perros que pelean

¿Qué hacer con dos perros que se pelean todo el tiempo?

Mis perros se pelean…

Allí están otra vez: Sultán y Bobby parecen decididos a no darte una noche de paz, y han resuelto pelearse por cualquier cosa. El asunto comienza a preocuparte, y temes que pronto alguno de los animales o alguien de la familia termine lastimado.

Antes que nada, vamos a hacernos una pequeña pregunta —desde luego, importante y relacionada a las peleas entre perros—, y es la siguiente:

¿Qué es la rivalidad canina? Posiblemente, tengas una definición casera bastante aproximada, pero iremos un poco más allá. 

La rivalidad canina

Definiremos “rivalidad canina” como los conflictos repetidos entre perros que viven en un mismo hogar.

Los animales que viven en grupos sociales establecen una estructura social dentro de estos grupos.

Esta estructura social es jerárquica y los perros determinan su lugar en la misma a través del control y del acceso a distintos recursos, como comida, juguetes, y atención por parte de las personas.

Una escala jerárquica estable, en la que cada individuo conoce y acepta su rango, provee al perro de un sentimiento especial de confort y pertenencia.  

Los conflictos entre perros de un mismo hogar se presentan cuando existe una inestabilidad en la estructura social.

Esto se da cuando el rango de cada animal no está claro o cuando no están contentos con el lugar que tienen.

Los perros pueden enviarse advertencias en forma de ladridos y gruñidos, muchas veces sin lastimarse.

No obstante, puede ocurrir que el conflicto se intensifique hasta el punto de la pelea, y esto puede derivar en lesiones serias para ambos animales. 

La rivalidad canina continua es potencialmente peligrosa. Como decíamos antes, tanto los miembros de la familia como los animales pueden resultar seriamente lastimados como consecuencia de la pelea.

Dado que resolver los problemas de rivalidad canina hace necesario manejar a los perros en situaciones complejas, será apropiado obtener asistencia de algún veterinario especialista en conducta animal.

Éstos están entrenados para observar, interpretar y modificar los comportamientos de los animales. 

¿Por qué se pelean los perros? 

Los conflictos entre perros que habitan bajo un mismo techo se pueden dar por diversas razones. En este sentido, puede haber problemas cuando: 

  • Un nuevo animal es introducido en el hogar.
  • Un animal residente muere o deja de vivir en el hogar.
  • Un animal residente vuelve al hogar después de un período de ausencia.
  • Un perro joven alcanza la madurez social, que suele darse entre los 10 meses y los 2 años de edad, y desafía el rango superior de un perro mayor.
  • Un perro de mayor rango envejece o se enferma, y no puede mantener su estado de superioridad.  

La dominación

La ubicación de los perros dentro de la jerarquía está determinada por el resultado de sus interacciones.

Los resultados de este proceso complejo y dinámico dependerán de los perros mismos, sin importar tus preferencias. Cualquier intento por tu parte de interferir podría derivar en una escalada del conflicto. 

Aquí cabe preguntarnos acerca de la dominación. ¿Cómo se establece la misma?

Generalmente, los perros determinan su rango social mediante una serie de conductas, que incluyen posturas corporales y vocalizaciones que no resultan en lesiones.

Ejemplos de estas conductas son cuando un perro se para sobre otro ubicando sus patas o su cuello sobre los hombros del otro, cuando se montan, se lamen, o cuando ruedan sobre sus espaldas.

Algunos perros pueden alejar los juguetes de otros perros, exigir ser acariciados o mimados en primer lugar, o ejercer control sobre otros recursos.

Sin embargo, a raíz de las experiencias pasadas, la inadecuada socialización o las tendencias genéticas, algunos perros pueden transformar estas muestras de poder en agresiones continuas. 

La estructura social

No intentes influenciar o definir los rangos de tus perros tratándolos en forma igualitaria o evitando que el de mayor categoría ejerza su dominio sobre el otro perro.

La jerarquía de los perros es dinámica y compleja, e incluso los intentos de apoyar al perro dominante pueden ser contraproducentes.

Debe permitirse a los animales determinar por sí mismos el control de los recursos, como son los juguetes, los lugares favoritos para dormir.

Evita interferir en la interacción mutua entre los perros tanto como te sea posible.  

En cualquier caso, lo más importante será siempre ubicarte en la parte más alta de esa pirámide jerárquica.

Existen distintos métodos para posicionarte como el líder de la escala jerárquica, y los mejores son aquellos que evitan cualquier tipo de confrontación con el animal.

Si tu posición de líder es clara, será más fácil —y más pacífico— para los animales encontrar su lugar en los estratos inferiores de la pirámide. Los especialistas en conducta animal podrán ayudarte en este punto. 

Cómo interrumpir una pelea de perros 

Si debes interrumpir una pelea, hazlo salpicando a los perros con agua o haciendo un ruido estruendoso. Nunca intentes separarlos tocando alguna parte de los animales o sosteniéndolos por sus collares.

Tocar a los perros mientras están peleando puede desembocar en una “agresión redirigida”, en la que el perro podría morderte al creer que eres parte del conflicto.

Si tienes o has tenido peleas entre tus perros, contacta a un médico veterinario y pide asesoramiento. Seguramente puedan ponerte  en contacto con algún especialista en conducta animal. 

Lo que puedes hacer

  • Lo más conveniente, en primer lugar, es siempre asegurarte que todos los seres humanos en la casa estén por sobre el rango de jerarquía de los animales.

    Esto quiere decir que ningún perro se crea más que alguno de los integrantes de la familia.

  • Por otra parte, establece reglas justas y respétalas en forma constante. Esto ayudará a que todos los perros se sientan más seguro y, al mismo tiempo, fortalecerá tu imagen de líder.
  • Con la ayuda de un especialista en conducta animal, fomenta y fortalece las conductas no agresivas a través de técnicas de contra-condicionamiento y desensibilización.

    Estos procedimientos deben ser diseñados específica y particularmente para satisfacer las necesidades de cada caso individual, y requieren la ayuda de un profesional en el ambiente cotidiano del animal.

  • El castigo no resolverá los problemas y puede agravarlos. Debes saber que si respondes a este tipo de problemas en forma inapropiada corres el riesgo de intensificar el problema y, potencialmente, hacer que alguno de los perros o algún miembro de la familia resulte lastimado.

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