La dermatofitosis, nombre científico de esta enfermedad es una
infección por
hongos. Depende del clima donde viva el animal y su
estado inmunitario para que
este trastorno llegue a desarrollarse.
Las causas que predisponen su aparición son la falta de higiene, la falta de luz
solar, la desnutrición, los parásitos, el estrés y el calor. Es una de las pocas
enfermedades que se transmite al ser humano.
Afecta en mayor medida a los gatos de pelo largo y a los que son más jóvenes. Si
el felino se encuentra padeciendo otra enfermedad también será proclive al
contagio de la tiña.
Este trastorno se caracteriza por presentar lesiones escamosas y redondas. El
especialista, mediante el uso de una lámpara ultravioleta podrá determinar si se
trata de este padecimiento u otro diferente. Las lesiones son de color amarillo
verdoso. También es posible diagnosticarlo mediante un cultivo de los pelos
afectados.
Sus síntomas más frecuentes son: lesiones en la zona de las orejas y en las
extremidades. El animal está constantemente rascándose y mordiéndose el área
afectada. Esta dolencia puede afectar también las uñas. Estarán rotas o
quebradizas.
Otro de los síntomas son los
nódulos cutáneos que cuando se tocan presentan
mucho dolor.
Es importante poder trasladar a la mascota al veterinario para que pueda
diagnosticar correctamente si se trata de tiña o no. Una vez se detecta y
certifica la presencia de la enfermedad se podrá tratar con una crema que se
aplica localmente en la zona afectada.
La limpieza es fundamental ya que el área debe estar completamente desinfectada.
Para ello se utilizan diversos antifúngicos y antisépticos.
Los tratamientos orales son bastante agresivos por eso se solicita que el dueño
lleve lo antes posible al gato a la revisión ya que los medicamentos que son más
agresivos no son aconsejables.
Medidas de higiene para prevenir la tiña de los gatos
Quienes realicen en el hogar las curas y limpiezas, deben hacerlo con guantes.
Es conveniente mantener alejados a los niños y ancianos ya que la enfermedad
puede ser transmitida no solo a otros animales sino también a humanos. Si hay
más animales en la casa, deben ser aislados para evitar el riesgo de contagio.
Es mejor evitar tocar en exceso al animal al menos hasta que comience a hacerse
efectivo el tratamiento.
La higiene dentro del hogar es indispensable. Hay que aspirar todos los días los
pelos ya que éstos pueden contener esporas infectadas de hongos.
No se debe suprimir los medicamentos antes de las dos semanas ya que la
enfermedad podría reaparecer. No se debe suspender por más que el gato parezca
totalmente curado.