Las
afecciones respiratorias en los felinos se presentan por lo general como síndromes
de diversos orígenes, sin embargo no son fáciles de diferenciar con la simple
guía de los signos clínicos. La mayoría son originadas por virus.
Este
tipo de enfermedades son de población. Es decir que necesitan grupos de
animales para poder perpetuarse, son densodependientes: a mayor cantidad de
animales, mayor posibilidad de propagación.
Son
procesos altamente contagiosos y el principal factor de contagio es el contacto
con otros gatos enfermos, las principales fuentes de virus son las secreciones
orales, nasales y faríngeas.
Los
principales signos suelen ser:
fiebre
(39º – 40,5º C)
decaimiento
postración
falta
de atención con el entorno
deshidratación
úlceras
bucales y linguales
halitosis
(mal aliento)
babeo
respiración
con la boca abierta
aspecto
general desmejorado
falta
de acicalamiento
conjuntivitis,
etc.
Al
principio el exudado ocular y nasal es seroso, después se vuelve mucopurulento
(con pus).
Estos
síntomas suelen ser más graves en los gatos jóvenes y no vacunados. En cambio
en los adultos pueden limitarse a presentar estornudos y una leve conjuntivitis
serosa.
La
mortalidad es baja y el pronóstico favorable. Ante la aparición de los
primeros síntomas se recomienda recurrir al veterinario para tomar las
precauciones pertinentes.