Durante miles de años, el hombre ha ido seleccionando perros para tareas
específicas, por ejemplo, ha criado excelentes perros de caza, para guardia,
para defensa, para pastoreo o simplemente para su compañía.
Para ello, ha ido
eligiendo atributos y conformando razas a través de la cruza de diferentes
animales, los cuales tienen características particulares según su función.
Así se han logrado razas específicas de perros, sobre las cuales se escuchan
hablar maravillas o decir que es especialmente cariñosa, hábil para una
determinada tarea, muy leal, dócil o juguetona.
Sin embargo, cuando se habla de
algún problema de conducta o rasgo indeseado, se dice que todo es parte de la
crianza, entonces surge la pregunta:
¿Sólo los rasgos positivos se heredan?
Sobre el tema de las razas peligrosas se han generado distintos debates que
convergen en un punto común: el temperamento de un perro estaría determinado en
un 20% por factores genéticos y un 80% por la crianza, cifras que hablan de una
preponderancia del entorno por sobre la herencia, al mismo tiempo que advierten
que sí existe una parte que ya está determinada y que del dueño del animal y su
crianza dependen orientarla correctamente, sin borrarla.
Resulta un peligro el asumir que una raza como un Rottweiler, un pitbul, o un
dogo argentino, tenderán a ser iguales que un labrador o que un setter irlandés.
No porque no puedan a llegar a tener un comportamiento igual de pacífico, sino
porque la crianza que necesitarán será diferente, lo más probable es que en el
caso de los primeros sea más complicada y estricta.
Es vital la elección de una
raza adecuada para el tipo de dueño y hábitat donde se desarrollará, pero para
ello, se deben reconocer las diferencias entre razas y los requerimientos de
cada amo.
Por ejemplo, un macho Rottweiler es un perro con fuertes tendencias dominantes
pero a la vez, con un marcado instinto de protección, que lo convierten en un
excelente perro de defensa, muy y cariñoso.
En manos de un dueño falto de
carácter o firmeza en la crianza, el dominio del Rottweiler será absoluto y no
tendrá la base que un perro de defensa necesita: un líder.
Si a ello se le suma
que en muchos casos es usado como perro de guardia para el cuidado de predios
solitarios, tarea más apta para perros menos sociables y dependientes de las
personas tales como el mastín, tendremos en la elección del Rottweiler un pésimo
resultado.
Desde sus orígenes, este perro se crió para labores que requerían un
gran instinto de protección, gran lealtad y la capacidad de llevar esa
protección a la práctica a través de la agresión.
Si se le proporciona una
educación firme, el Rottweiler tendrá en claro quién es el que manda, a la vez
que se le ofrecerá mucho afecto para que el animal desarrolle todo su excelente
potencial.
Es lamentable ver que muchos argumentos contra algunas razas se basen
en la mala elección por parte de los dueños y en su ignorancia total sobre las
características de la raza que adquieren.
Existen perros para cada tipo de
dueño
y lugar. De una buena decisión a la hora de adquirirlos depende una gran parte
del resultado, pero para eso no hay que caer en la dañina y peligrosa premisa de
que “todos los perros son iguales”.
¿Cuáles son los perros más peligrosos?
Cualquier perro puede morder, eso es cierto, sin embargo existen algunas razas
de perros considerados realmente peligrosos, así clasificadas por los medios, la
legislación y la sociedad en general.
Se considera perros peligrosos al Pirbull
terrier americano, al Bulldog americano, al doberman, Rottweiler, Pastor alemán,
Tosa inu, Bull terrier, Mastin, Presa canario, Fila brasilero y Mastín
napolitano.
En algunos casos también se incluyen al Boxer, al Husky siberiano y
al malamute de Alaska.
¿Por qué sólo existen algunas razas de perros peligrosos según la sociedad civil
y las leyes? Entre las que se pueden mencionar se encuentran la popularidad de
una raza, el tamaño, la fuerza, la resistencia al dolor, el sensacionalismo en
los medios, la irresponsabilidad de algunos dueños y la ignorancia general sobre
la conducta de los perros.
Cabe aclarar que la popularidad de una raza canina
no la convierte en una raza peligrosa. Cuando una raza de perros se pone de
moda, mucha gente decide comprar un perro de esa raza solamente por la tendencia
del momento.
Al existir más perros de esa raza en particular en el mercado,
también existen más mordidas causadas por perros de la misma raza.
A la hora de elegir un perro, es fundamental asesorarse con veterinarios
especialistas, de modo tal de no errar en la elección y llevar al hogar un
animal que provocará inconvenientes y que sufrirá por culpa de una mala elección
de los dueños, quienes solo conociendo sus hábitos, conducta y requerimientos
logarán disfrutar del crecimiento y desarrollo del animal, especialmente cuando
se trata de las denominadas razas peligrosas.
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