Los dientes de leche
deben cuidarse. Durante los primeros meses tras la
aparición, se puede utilizar un poco de gasa y pasarla con mucha suavidad ya que
en principio son piezas blandas y delicadas.
“En cuanto aparezcan los molares, se podrá utilizar un cepillo infantil que
no tenga más de tres cerdas. Solamente se debe humedecer el cepillo con un poco
de agua, ya cuando el niño es más grande podrá usar
pasta dental para niños”,
asegura la odontóloga española Isabel Cadasciu.
Una vez que los niños tengan seis años, “pueden utilizar después del
cepillado, el hilo dental por las noches para que la limpieza bucal sea más
completa. Hay que tener cuidado porque los niños pueden ejercer mucha fuerza y
lastimar las encías. Los padres deben estar muy atentos y guiarlos con suavidad”,
aconseja la experta.
Cómo cepillar los dientes de leche
1.- Fregar los dientes con movimientos horizontales (es la técnica más
recomendada para niños mayores de cinco años)
2.- Cepillar en forma circular (es la más aconsejada para niños muy pequeños ya
que no requiere de mucha destreza para dar con el movimiento correcto.
3.- Es importante que también se cepillen las encías, la lengua y el paladar.
Cómo cuidar los dientes de los niños
1.- Una vez que el niño tenga ya sus dientes de leche, es preciso hacer
consultas anuales con un especialista que pueda acompañar al pequeño durante
este proceso.
“Los padres deben entender que los pequeños que ya tienen sus molares pueden
tener caries y es preciso tratarlas para que los dientes definitivos crezcan
bien.
Los dientes de leche son piezas más frágiles y si la caries sigue avanzando
sin ningún tipo de tratamiento, el niño sentirá mucho dolor y malestar. Siempre
es mejor prevenir y tratar cuanto antes”, comenta la especialista.
2.- Crear el hábito de la higiene en el niño. “Es preciso involucrar al
pequeño activamente en el acto de limpieza. No es suficiente enseñarle cómo debe
cepillarse sino acompañarlo y si es posible que el pequeño vea que sus padres o
hermanos también se lavan y cuidan la dentadura. De esta manera, verá que la
conducta es algo natural y no sentirá pereza en llevarla a cabo”, determina
la profesional.
3.- Luego de lavarse los dientes no se puede consumir ningún alimento ni bebida
azucarada. “Solamente agua”, explica la especialista. Si el menor quiere
comer algo o beber una gaseosa tiene que saber que luego cuando termine de comer
tiene que lavarse nuevamente los dientes.
4.- Es importante que los niños mantengan una dieta sana y que no abusen de las
golosinas.
5.- En caso de ruptura de un diente o parte de él, es preciso acudir a un
especialista para determinar si se debe proceder con algún tratamiento
específico. “Esta medida es fundamental.
Muchos padres no consultan cuando el niño se cae y se golpea la boca, pero es
recomendable que un especialista pueda determinar si se debe realizar algún
procedimiento o no. La consulta nunca está de más”, aclara la odontóloga.
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