Existen diversas formas de uñas, entre
las que las más comunes son las cuadradas y las redondeadas. La curva de la
misma, dependerá de cómo limemos la uña.
Para conseguir una forma cuadrada, hay
que poner la lima en paralelo al dedo y limar por debajo de la uña. Hacemos lo
mismo de ambos dedos, asegurándonos de que no se abra ni se cierre, para lograr
lo deseado.
Para la parte superior, pondremos la
lima por debajo de la uña y limaremos en transversal a los dedos, para lograr la
tercera línea recta. Luego, desde arriba limamos para sacar las impurezas que
pueden haber quedado.
Si quieres una uña con forma de pico,
como si fuera un triangulo, solo deberás limar en diagonal a la línea del dedo,
de ambos lados.
Lograr una forma redonda puede ser lo más complicado, y deberás dedicarle más
tiempo las primeras veces. La diferencia con la uña cuadrada es que, en lugar
de limar totalmente transversal al dedo para lograr una línea recta, deberás
limar en constante movimiento para lograr la curva deseada.