Si bien la mayoría de
los tumores de cáncer de mama son esporádicos, es decir, afectan únicamente al
que padece la enfermedad (en su mayoría mujeres), existe un numero pequeños de
casos en que el cáncer de mama es genético:
En los casos
esporádicos, están indicados una serie de estudios genéticos y patológicos que
nos indican el pronóstico, la anatomía de ese tumor y del tratamiento posible.
En los casos
familiares, que van por mutación heredad en 2 genes principales, deberían
hacerse estudios genéticos cuando se cumplen una serie de criterios clínicos.
Se debe acudir a la
consulta de genética clínica para establecer riesgos y la indicación, basada en
algoritmos matemáticos, de que se sea portador que pueda ser heredada.
El establecimiento de
los riesgos en uno mismo puede poner en alerta a otros familiares para que se
realicen los estudios genéticos. De resultar positivos, llevaran a establecer
medidas de vigilancia clínica.