Cuando un niño menor a los 8 años se atraganta, lo habitual
en ellos es llevarse las manos al cuello seguida de una cara de desesperación o
movimiento de manos.
Al estar frente a un caso de estos, lo primero que debemos
hacer es confirmar si la obstrucción es total o parcial. ¿Cómo hacerlo?
Solo pregúntale, ¿te estás ahogando? Aunque parezca tonta la
pregunta, solo su modo de actuar nos dirá que le está ocurriendo.
Si el pequeño intenta hablar y sale un sonido, la obstrucción
es parcial y hay que incentivarlo a que tosa para que se quite la obstrucción.
Si la obstrucción fuera de parcial, no saldría ningún ruido
de su boca. En este caso hay que aplicar la maniobra de Heimlich. ¿En qué
consiste?
Debes agacharte por detrás suyo para quedar a la misma
altura. Debes rodear con tus manos cintura del niño, teniendo como referencia la
cicatriz umbilical.
Deja el dedo índice en el ombligo. De ser necesario puedes
ubicar el esternón y continuar en línea recta hacia abajo para encontrarlo.
La otra mano ciérrala y coloca el puño por encima del dedo
índice. El movimiento debe ser hacia adentro y hacia arriba. Si en el primer
apretón, el cuerpo no sale solido, el segundo apretón debe ser más fuerte.