Un estudio realizado por
un equipo encabezado por el Dr. James E. Enstrom de la Universidad de
California, asegura que ser fumador pasivo, -es decir no fumar pero estar en
constante contacto con personas que lo están haciendo-, no tiene mayores
consecuencias sobre los riesgos de sufrir cáncer de pulmón o problemas
cardíacos, tal como se viene sosteniendo hasta la actualidad.
Según afirman los
responsables del estudio, para llegar a dichos resultados, se realizó un estudio
sobre una investigación sobre la prevención del cáncer, llevada a cabo por la
American Cancer Society, que se extendió casi cuarenta años, entre 1959 hasta
1998, y se realizó sobre un grupo de 118.094 personas adultas residentes en 25
estados de Estados Unidos.
Concretamente, el
reciente estudio se centró sobre las historias clínicas de 35.561 personas del
total de la investigación (118.094), las cuales fueron seleccionadas por el
hecho de que nunca habían fumado, pero sin embargo tenían parejas que sí lo
hacían.
El resultado de sus
estudios, les indicó que no existía, en estas personas, un aumento significativo
en los índices de fallecimientos debido a enfermedades coronarias, cáncer de
pulmón u obstrucciones pulmonares.
Pero más allá de los
rutilantes números, las prestigiosas American Cancer Society (la misma que había
realizado el estudio original sobre las 118.094 personas), de Estados Unidos, y
la British Medical Association, de Inglaterra, aseguraron que el estudio es poco
confiable, e incluso se alzaron voces desde otras instituciones que aseguraron
que el estudio fue financiado por la industria tabacalera.
Según afirmaron desde la
American Cancer Society, es altamente asombroso la gran difusión de este
estudio, el cual, por su falta de rigurosidad científica y confiabilidad, nunca
pudo conseguir los apoyos y financiamiento gubernamentales que pretendía.
De hecho, esta
institución señaló que el polémico estudio tan sólo examinó a un muy reducido
porcentaje de personas, y que por otra parte, en la década del 60 la gente
analizada no sólo estaba expuesta al humo producido por el tabaco en sus
hogares, sino también a al de los cines, lugares de trabajo, restoranes, lo cual
no fue tomado en cuenta, pero incide los índices de riesgo considerados en el
estudio.
Por eso, las autoridades
de esta reconocida institución afirman que el estudio en cuestión no es
confiable ni independiente, y sospechan que la industria tabacalera tuvo mucha
influencia en la publicidad de este anunció.
Por su parte, desde la
British Medical Association, se aseguró que los datos con los que se realizó el
estudio de Enstrom, son inadecuados para lograr medir el tabaquismo pasivo.
Además, las autoridades
de esta prestigiosa institución aseguraron que está totalmente comprobado que
existe un mayor riesgo de cáncer de pulmón, asma y enfermedades cardíacas en
aquellas personas que son fumadores pasivos, especialmente en los niños, que
además ven aumentado su riesgo de sufrir neumonías, bronquitis y una reducción
en el crecimiento de sus pulmones.
Sin embargo, desde la
misma Universidad de California, aseguran que los resultados y conclusiones
extraídas son muy sólidas y confiables, y que de hecho no es cierto que las
mismas hayan sido influenciadas por la industria tabacalera, por lo que sería
necesario reexaminar las conclusiones de los estudios anteriores, que
demostraban que aquellas personas que eran fumadores pasivos corrían grandes
riesgos.
En efecto, Enstrom, que
trabajó en sus estudios con Geoffrey Kabat, de la Universidad de Nueva York, no
dudó en afirmar públicamente que no existía una relación directa entre el humo
del tabaco inhalado en el medio ambiente, y aquellas muertes que se relacionaban
con el tabaco.
Por eso, aunque estos
científicos aceptan que no se puede descartar que existe una relación entre la
inhalación del tabaco del medio ambiente y el mayor número de enfermedades, lo
cierto es que, señalan, el vínculo entre ser fumador pasivo y desarrollar cáncer
de pulmón u otras enfermedades coronarias, es mucho menor de lo que se suele
pensar.
Con todo, se han
realizado muchas investigaciones, muy reconocidas, que contradicen las
conclusiones del estudio llevado a cabo por Enstrom y Rabat. Tal vez la más
importante de ellas sean las llevadas a cabo por la Organización Mundial de la
Salud, las cuales aseguran que aquellas personas que son fumadoras pasivas,
tienen un riesgo un 20 por ciento mayor de sufrir de cáncer de pulmón, y un 30
por ciento mayor de contraer enfermedades cardíacas.
En este sentido, para
frenar el consumo de tabaco, recientemente se ratificó en Ginebra el convenio
internacional contra el tabaco, el cual establece la prohibición total de
cualquier tipo de publicidad, promoción, y auspicio o patrocinio de productos
que contengan tabaco.